En un giro que podría marcar un antes y un después en la lucha contra el narcotráfico, el Gobierno de Donald Trump habría emitido una opinión legal clasificada que abre la puerta a ataques letales contra cárteles de drogas y presuntos traficantes, según la cadena de noticias CNN.
Este documento, respaldado por la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia (OLC, por sus siglas en inglés), justifica el uso de la fuerza letal contra una lista secreta y ampliada de grupos considerados una amenaza “inminente” para la seguridad de los Estados Unidos.
Trump ‘agarra parejo’ contra ataques a cárteles
De acuerdo con fuentes familiarizadas con el asunto, la lista de cárteles que podría ser blanco de ataques no se limita a aquellos designados como organizaciones terroristas, lo que le otorga una mayor flexibilidad al gobierno para actuar.
Con esta base legal, el presidente Trump tendría la potestad de considerar a los narcotraficantes como “combatientes enemigos”, lo que les permitiría ser ejecutados sin revisión legal alguna.
La idea de declarar a los narcotraficantes como objetivos militares es radical. Tradicionalmente, el tráfico de drogas se ha tratado como un crimen organizado sujeto a la justicia penal, no como un acto de guerra.
Sin embargo, según esta nueva interpretación, cualquier grupo implicado en el tráfico de drogas hacia EU. podría ser considerado como parte de un ataque directo al país, legitimando una respuesta letal.
Cárteles podrían contraatacar
El impacto de esta estrategia es profundo. Expertos legales advierten que podría abrir la puerta a una guerra sin fin contra los cárteles, sin los controles judiciales que tradicionalmente limitan las operaciones militares. Incluso dentro del Pentágono, algunos abogados militares han expresado dudas sobre la legalidad de los ataques. Sin embargo, muchos se ven obligados a aceptar las nuevas directrices, ya que la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia establece el marco legal predominante para estas decisiones.
Además, la administración de Trump ha reforzado la lucha contra los cárteles con el apoyo de la CIA, que ahora tiene autorizaciones expandidas para realizar operaciones letales en la región.
Esta ampliación de poderes a la inteligencia estadounidense ha generado preocupación sobre las implicaciones para la seguridad de ciudadanos estadounidenses en América Latina y la creciente intervención de actores no militares en conflictos fuera de las fronteras de Estados Unidos.
Si bien las autoridades afirman que la expansión de estas operaciones es una respuesta urgente a la creciente amenaza del narcotráfico, la falta de transparencia y las implicaciones legales a largo plazo siguen siendo puntos de controversia. Mientras tanto, los legisladores piden una revisión más profunda de las justificaciones legales que han permitido estos ataques, sin una respuesta clara por parte del Departamento de Justicia.
Este cambio en la política de lucha contra el narcotráfico subraya una nueva era de intervención militar y de inteligencia en América Latina, pero también plantea serias preguntas sobre los límites del poder ejecutivo y el futuro de los derechos humanos en la región.