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Trump y Putin se reúnen en Alaska para decidir el futuro de Ucrania: ¿Qué busca cada uno?

El presidente Donald Trump ya advirtió a Rusia que será ‘castigada’ con aranceles de 100% si no llega a un acuerdo de paz con Volodímir Zelenski.

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Putin se reúne con Trump a unos días de que termine el ultimátum del presidente de EU para terminar la guerra en Ucrania. (Fotoarte El Financiero)

Donald Trump y Vladimir Putin medirán el éxito de su cumbre en Alaska de forma muy diferente, incluso cuando ambos líderes ya están considerando una segunda reunión.

El presidente estadounidense considera cualquier tipo de alto el fuego en Ucrania como un objetivo clave de las conversaciones. Para el líder ruso, reunirse con Trump en suelo estadounidense sin haber hecho concesiones sobre la guerra ya es una victoria.

Estos son los riesgos contrastantes que ambos líderes enfrentan ahora que se dirigen a Anchorage para su primera cumbre desde 2018 en Helsinki.

Este desequilibrio señala los peligros y las oportunidades para Trump, quien desde hace tiempo se ha presentado como el único que puede poner fin a la guerra.

Putin tiene pocos incentivos para detener los combates mientras el ejército ruso avanza lentamente en Ucrania, pero no puede permitirse distanciarse de un presidente con el que ha cultivado una larga relación.

De camino a Anchorage este viernes 15 de agosto por la mañana, Trump no descartó que Ucrania pudiera obtener algún tipo de garantías de seguridad de las naciones occidentales, ni que tuviera que aceptar un intercambio de territorio con Rusia, pero aclaró que no le correspondía decidir.


“Tengo que dejar que ellos tomen esa decisión”, indicó Trump sobre la idea de que Ucrania y Rusia intercambien territorio. “Y creo que tomarán una decisión acertada. Pero no estoy aquí para negociar por Ucrania. Estoy aquí para sentarlos a la mesa”.

Al invadir Ucrania en 2022, Putin inició la mayor guerra de Europa en 80 años y se convirtió en un paria internacional. La cumbre con Trump le ayuda a reducir el aislamiento que Estados Unidos y sus aliados del Grupo de los Siete han intentado imponer al líder ruso debido a su agresión.

Aún más simbólicamente potente es la decisión de celebrar el encuentro en una base militar, la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en Estados Unidos. Putin se ha apuntado una victoria simplemente por su presencia.

La reunión también marca un repudio al enfoque del expresidente Joe Biden de “nada sobre Ucrania sin Ucrania”, un mantra que garantizaba que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski siempre tuviera un lugar en la mesa.

“Rusia quiere seguir persiguiendo sus objetivos, que son debilitar drásticamente a Ucrania y, en esencia, socavar su independencia y soberanía”, declaró Richard Haass, exalto funcionario del Departamento de Estado, en una entrevista.“Por lo tanto, Rusia ve las negociaciones no como una alternativa, sino como un medio para alcanzar ese fin”.

Trump baja las expectativas sobre cumbre con Putin

Los riesgos para Trump explican la estrategia de la Casa Blanca de moderar las expectativas sobre la reunión. El republicano la describió como una “reunión de tanteo”, un mensaje reforzado por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien calificó la cumbre como “un ejercicio de escucha para el presidente”.

Trump ya está pensando en una posible segunda cumbre que incluiría a Zelenski —y quizás a líderes europeos—, la cual anticipó que sería “más productiva que la primera”.

El Kremlin, anticipando esta decisión, ha invitado a Trump a visitar Rusia próximamente. Esto dista mucho de las alardes de Trump durante la campaña electoral de que podría poner fin a la guerra al día siguiente de asumir el cargo.

En mayo, el secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que era “muy claro” que un avance solo sería posible con la participación de Trump y Putin.

El nuevo enfoque le da a Trump margen de maniobra durante la reunión, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas al tratarse de deliberaciones privadas. Esto le permitirá tomar decisiones en el momento, confiando en su instinto, lo que concuerda con su preferencia por la diplomacia personal en lugar de las deliberaciones burocráticas tradicionales.

¿Qué funcionarios de las administraciones de Trump y de Putin están en Alaska?

En un escenario optimista, ambos líderes podrían salir de Alaska con un acuerdo para detener los combates, al menos temporal o parcialmente, por ejemplo, acordando pausar los ataques rusos a Ucrania.

Trump podría impulsar la propuesta de Putin de tomar territorio ucraniano que sus fuerzas han capturado. O podrían quedar sin nada, algo que Trump aceptó con gusto tras abandonar las conversaciones con Kim Jong-un de Corea del Norte en 2019.

Putin está ansioso por profundizar las brechas entre Estados Unidos y Europa, a la vez que busca un alivio de las sanciones que han paralizado el crecimiento económico de Rusia.

La lista de asistentes refleja la importancia que ambas partes otorgan a la reunión: Trump estará acompañado por el vicepresidente J.D. Vance, Rubio y el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Vance ha desempeñado un papel clave en las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia, y en la definición de la postura de la administración.

Putin trae a su veterano ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, así como a sus ministros de Defensa y Finanzas. Esto sugiere que Rusia quiere debatir la posibilidad de una mayor cooperación económica, una idea que le resulta atractiva a Trump.

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