Con 25 mil 800 hectáreas de superficie y situada cerca del Ártico, la remotísima —y segurísima— base militar Elmendorf-Richardson será este viernes el escenario de una cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin, que tendrá como “tema central” el encuentro cara a cara sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.
La base donde se reunirán los presidentes de Estados Unidos y Rusia sirvió de defensa a los estadounidenses frente a las amenazas de la Unión Soviética durante la Guerra Fría, gracias a su ubicación estratégica en la ciudad de Anchorage, en el estado de Alaska, un territorio estadounidense que formó parte de Rusia hasta 1867.
En ese histórico escenario se reunirán Trump y Putin, luego de varios meses en los que el republicano expresó su frustración por la negativa del Kremlin a detener los bombardeos en Ucrania. Esto ocurre también después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió que Kiev no aceptará ninguna propuesta sobre el fin de la guerra que no cuente con el consenso de su país.
Según informó este jueves el Kremlin, la cumbre Trump-Putin comenzará a las 11:30 horas, y abrirá con un “cara a cara” entre ambos mandatarios. Luego se sumarán delegaciones compuestas por cinco altos funcionarios, lo que incluirá un “desayuno de trabajo”.
Al término de las conversaciones que se realicen durante la jornada, se llevará a cabo una rueda de prensa conjunta.

¿Cómo surgió la Base Elmendorf-Richardson en Alaska?
Con esa agenda se presenta la reunión en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson (JBER), que comenzó su construcción como aeródromo militar permanente el 8 de junio de 1940, ya iniciada la Segunda Guerra Mundial.
El primer personal del cuerpo aéreo llegó en agosto de ese año, según indica su sitio web.
Inicialmente, llevó solo el nombre del general de brigada Wilds P. Richardson, quien, entre otros logros, dirigió la Comisión de Carreteras de Alaska.
En 1951, el Ejército trasladó sus operaciones al nuevo Fuerte Richardson, y la Fuerza Aérea asumió el control de la llamada Base Aérea Elmendorf, nombrada así en honor al capitán del cuerpo aéreo del Ejército, Hugh M. Elmendorf, quien murió en 1933 mientras pilotaba un caza experimental cerca de Wright Field, Ohio.
Así, la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, que cuenta con 25,800 hectáreas y se considera una de las principales plataformas estratégicas de Estados Unidos, combina la base de la Fuerza Aérea Elmendorf y el Fuerte Richardson del Ejército.
La infraestructura ofrece diversos servicios para militares y sus familias, incluyendo áreas educativas, médicas y deportivas. En ella tienen su sede unidades como el Ala 673, el Comando de Alaska y la 11ª División Aerotransportada.
¿Quiénes son los funcionarios que acompañarán a Putin a su cumbre con Trump?
Además de Vladímir Putin, a la base Elmendorf-Richardson llegarán los ministros rusos de Exteriores, Serguéi Lavrov; de Defensa, Andréi Beloúsov, y de Finanzas, Antón Siluánov, junto al enviado del Kremlin para cooperación económica con Estados Unidos, Kiril Dmítriev.
También integrará la delegación rusa Yuri Ushakov, asesor del Kremlin para política internacional, quien destacó que cerca de la base se encuentra el Fort Richardson National Cemetery, donde están enterrados once militares —nueve de ellos pilotos— y dos ciudadanos soviéticos que murieron entre 1942 y 1945, al intentar trasladar los aviones que Estados Unidos entregó a la Unión Soviética.
Así pues, “la reunión tendrá lugar cerca de un lugar importante históricamente y que recuerda la hermandad militar entre los pueblos de nuestros países”.
“Y eso resulta especialmente simbólico en el 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y el imperialista Japón”, subrayó Ushakov.
Primer viaje de Putin a EE. UU. en una década
Este será el primer viaje de Vladímir Putin a Estados Unidos desde septiembre de 2015, cuando visitó Nueva York para intervenir en la Asamblea General de Naciones Unidas y se reunió con el entonces presidente demócrata, Barack Obama.
Una década después, Putin pisará Alaska con la certeza de que no será detenido.
Esto se debe a que Estados Unidos no reconoce a la Corte Penal Internacional (CPI), un tribunal que, en marzo de 2023, emitió una orden de arresto contra el presidente ruso como “presunto responsable” de la deportación ilegal de niños ucranianos y su traslado desde zonas ocupadas de Ucrania hacia Rusia.