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Un hombre grabó 22 mil conversaciones, tiene en jaque al PSOE… y dinamitó su propia vida

Cadenero y sin carrera política, Koldo García se convirtió en la mayor amenaza del Partido Socialista por la filtración de 22 mil conversaciones.

Koldo García, a su salida del Tribunal Supremo en Madrid, en junio.
Acusado. Koldo García, a su salida del Tribunal Supremo en Madrid, en junio.

Madrid. - Koldo García era un don nadie. Portero de una discoteca en Navarra, sin estudios universitarios ni carrera política, su nombre no figuraba en ningún lado, pero llegó al corazón del poder socialista.

Fue escolta en el País Vasco y, por razones que aún desconciertan a muchos dentro del Partido Socialista (PSOE), terminó como asistente personal de José Luis Ábalos, ministro de Transportes y figura clave del gobierno de Pedro Sánchez.

No tenía cargo oficial de alto nivel ni responsabilidades administrativas. Pero en la práctica, manejaba agendas, filtraba visitas y participaba en gestiones delicadas. Era el operador en la sombra.

Durante años grabó todo. Incluso su propia vida íntima. Audios de reuniones, llamadas, encuentros informales. Acumuló más de 22 mil grabaciones, guardadas en teléfonos celulares, discos duros y memorias incautadas por la Guardia Civil.

Su archivo secreto, de más de diez terabytes, contiene conversaciones que ahora sacuden al PSOE. Compromete a ministros, ex dirigentes, empresarios, y expone un sistema de favores y “moches”.

En una de las grabaciones, Koldo conversa con Santos Cerdán, entonces secretario de Organización del PSOE, sobre cómo repartir 570 mil euros en comisiones.

En otra, el empresario Víctor de Aldama, cercano al entorno socialista, menciona el rescate de Air Europa y asegura que “a Begoña Gómez no la tocan”. Se refería a la esposa del presidente.

Air Europa fue rescatada con una inyección de 475 millones de euros que el gobierno español aprobó en noviembre de 2020, en plena pandemia, a través de un fondo de ayuda para empresas estratégicas.

Como si fuera el Vladimiro Montesinos español, Koldo convirtió su teléfono en un arma. Grabó a todos.

Montesinos operaba desde la inteligencia del gobierno de Fujimori en Perú. Koldo lo hizo desde un teléfono y un pasillo ministerial del gobierno socialista español.

Ambos construyeron su fuerza con grabaciones. Ambos se hundieron por ellas.

Las cintas de Koldo revelan también espionaje dentro del propio PSOE. Hay audios en los que se menciona a Patxi López, Eduardo Madina y Susana Díaz como posibles objetivos de seguimientos. Se trata de figuras relevantes del partido que han sido críticos de la gestión de Pedro Sánchez.

Koldo estaba en todo. Desde contratos de mascarillas en la pandemia hasta obras públicas gestionadas desde el Ministerio de Transportes. Era un intermediario informal, pero temido y eficaz.

Gracias a sus gestiones, empresas sin experiencia obtuvieron contratos millonarios. A cambio, parte del dinero regresaba en efectivo a través de comisionistas, señala la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de España, un cuerpo de élite especializado en delitos relacionados con corrupción política, crimen organizado, blanqueo de capitales, narcotráfico y terrorismo.

José Luis Ábalos fue expulsado del PSOE y obligado a dejar su escaño en el Congreso. Santos Cerdán dimitió hace dos meses. La justicia revisa 169 dispositivos electrónicos y prepara nuevas imputaciones.

La casa presidencial -La Moncloa-, intenta deslindarse, pero los audios siguen filtrándose. Algunos tocan al círculo íntimo del presidente. Otros revelan una forma de hacer política sostenida por chantajes y lealtades.

Koldo pidió al juez que no se difundieran sus audios personales. El juez lo rechazó. En esas grabaciones hay desde conversaciones familiares hasta citas con empresarios y políticos.

De ser un don nadie, o un “malandrín de cachiporra” como dice el tango de Discépolo el tango, acabó convirtiéndose en el hombre más temido del PSOE.

Su archivo es ya parte de la historia política reciente de España. Y aún no se ha escuchado todo.

Hoy Koldo vive solo, expulsado del sistema que ayudó a aceitar. Su legado es un conjunto de voces, frases y nombres que siguen provocando escalofríos. Un cronista involuntario del poder.

Jamás fue ministro ni alto funcionario. Fue cadenero de discoteca. Y sin embargo, su voz quedó grabada en la médula de la política española. Grabó a todos. Se hundió con todos.

Ayer domingo el diario El Mundo publicó una encuesta que da cuenta de la caída del PSOE en las preferencias electorales, la consolidación de la ventaja del Partido Popular, y el avance de la ultraderecha representada por Vox.

Culpa de Koldo, de quienes lo hicieron su compadre, o de una manera de hacer política que también toca al Partido Popular, lastimado por casos de corrupción recientemente revelados, como el del ex Ministro de Hacienda Cristóbal Montoro.

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