Hace no tantos años el Gobierno de México le preguntó al escritor J. Jesús Esquivel: “¿Qué chingados es el fentanilo?”, mientras que ahora en promedio cerca de 150 personas fallecen en Estados Unidos por culpa de esta sustancia ilícita que no solo es traficada por cárteles mexicanos.
“Es muy complicado detectar el tráfico de fentanilo. La frontera norte (de México) tiene mucho flujo de personas (...) Se esconden en pastillas o con aspirinas y los perros no lo detectan. Son cantidades mínimas que generan menos riesgo para los cárteles mexicanos”, explica Esquivel.
¿Qué sabemos de los cárteles estadounidenses?
En medio de este auge de consumo sobre el fentanilo y su papel decisivo en la relación entre México y Estados Unidos, el periodista mexicano presenta el libro ‘Los cárteles gringos’ (Editorial Grijalbo), un ensayo sobre el fracaso entre el vecino del norte y la DEA para frenar esta adicción que involucra al crimen organizado.
“(Los carteles mexicanos) llevan ahora la droga a la frontera y son los grupos criminales de Estados Unidos los que se encargan de distribuirla, transportarla, venderla, ponerle precio y, por último, lavar el dinero”, desarrolla el corresponsal basado en una investigación por más de 30 años en Washington.
En contraste con el debate público sobre la escasa preparación y organización de los cárteles estadounidenses en comparación con los mexicanos, Esquivel advierte la fuerte presencia de estos grupos y destaca la alta capacidad de las bandas para mover el fentanilo.
“En Estados Unidos hay organizaciones criminales perfectamente bien estructuradas. Los gobiernos y medios quieren que exista un ‘Chapo’ Smith y no existe, pero como operan los clubes de motociclistas y las pandillas es más inteligente”, argumenta.
Esquivel compara a los miembros de estas bandas con jugadores de equipos de fútbol de una misma escuela; criminales que representan a un mismo escudo en todos los Estados Unidos, pero que trabajan de manera independiente porque no tienen un vínculo estrecho con quienes los dirigen.
Trump gana votos con lucha contra el fentanilo
Desde la asunción de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, la lucha contra drogas, como el fentanilo, o la declaración de los cárteles como grupos terroristas han sido de los sellos más visibles de su discurso, esto Esquivel lo considera una estrategia electoral más que una medida real que vaya a frenar el narcotráfico.
“(Trump) dice que está haciendo todo lo posible para que ya no haya tantos muertos, presionando a México para que selle y militarice la frontera, aumentando agentes tanto del ICE (Servicio de inmigración y Control de Aduanas), como de la Patrulla Fronteriza. Eso internamente le genera bonos electorales y sobre todo dar a conocer las cifras de que está disminuyendo el número de muertos, pero eso es demasiado relativo”, expresa.
¿Por qué se redujo el consumo de fentanilo en EU?
Para Esquivel los dos principales motivos de la reducción de muertes, un 27 % menos en 2024 respecto al año pasado, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), fue el miedo de los jóvenes tras ver videos de personas andando como “zombies” en redes sociales y la aparición del antídoto Narcan, un medicamento que reduce el efecto de opioides como el fentanilo que es gratuito.
Sobre esta iniciativa aprobada por el Capitolio, Esquivel asegura que hay mucha información pública, documentos y testimonios en el Congreso del monto presupuestal.
Respecto a México, el cruce de declaraciones continuo entre la presidenta de México Claudia Sheinbaum y Trump es una desventaja.
“Es la imagen de que México es el culpable de todo. Pero hay que reconocer que el hecho de que la presidenta responda todo lo que dice Trump en lugar de ayudar a reducir el escándalo que se genera, lo aumenta”, sentenció.