El personal de aduanas del Aeropuerto de Bonn, en Alemania, se llevó una escalofriante sorpresa cuando lo que parecía ser un inocente paquete de galletas resultó estar lleno de tarántulas, alrededor de mil 500 crías que se encontraban encerradas en contenedores de plástico.
Las pequeñas tarántulas estaban ocultas en paquetes de galletas como parte de un envío que viajó desde Vietnam y tenía como destino Sauerland, en Renania del Norte-Westfalia. El inusual descubrimiento se realizó hace tres semanas, pero fue revelado hasta esta semana por la oficina de aduanas de Colonia.
Según un comunicado oficial, el paquete tenía un “aroma” inusual que no cuadraba con el contenido declarado, lo que hizo sospechar a los agentes de aduanas.
“Mis colegas en el aeropuerto suelen sorprenderse a menudo con el contenido de paquetes prohibidos de todo el mundo, pero descubrir 1.500 contenedores de plástico con crías de tarántulas dejó atónitos hasta a los más experimentados”, declaró Jens Ahland, portavoz de la Aduana Principal de Colonia.
De acuerdo con Ahland, el paquete pesaba siete kilos y había sido declarado como una entrega de galletas.

Las tarántulas iban destinadas a un hombre residente en Sauerland contra el que ya se abrió un proceso penal y probablemente enfrente una multa elevada. Incluso podría ir a prisión, según indicó la aduana de Colonia.
Ahland destacó que se trató de una “incautación extraordinaria”, aunque dijo que esta situación le entristecía, pues es un claro ejemplo de “lo que algunas personas hacen con los animales únicamente por lucro”.
El funcionario de aduanas también lamentó el destino de estos animalitos de ocho patas, pues informó que muchos de ellos no lograron sobrevivir al viaje y culpó de ello a las condiciones de transporte al que fueron sometidas las jóvenes tarántulas.
Ahland destacó que lo anterior incurre en una clara violación a las leyes de bienestar animal, por lo que ya se busca tomar acciones legales contra el destinatario del paquete. El responsable también enfrenta una investigación penal por violación de leyes de importación y maltrato animal.
“Los animales de cualquier tipo deben declararse en la aduana y deben pagarse los derechos de importación si provienen de un estado no miembro de la UE”, señaló la aduana alemana en un comunicado.
Mientras tanto, las tarántulas supervivientes permanecen bajo resguardo de cuidadores veterinarios.
Con información de The Guardian y DW.