Una investigación comercial estadounidense ordenada repentinamente por el presidente Donald Trump sobre Brasil conmocionó al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según un alto diplomático brasileño que la describió como una amenaza injustificada que ha ayudado a hundir las relaciones a su punto más bajo en más de un siglo.
En una entrevista, Celso Amorim, el principal asesor de política exterior de Lula, criticó duramente la llamada investigación comercial Sección 301 sobre restricciones supuestamente injustas a las exportaciones estadounidenses a Brasil, la mayor economía de América Latina.
“Es como negociar con el cañón de una pistola en la cabeza”, dijo. Amorim continuó calificándolo como “la bomba atómica de las armas comerciales” y “absolutamente unilateral”.
La investigación, inaugurada formalmente el martes 15 de julio por el representante Comercial de Estados Unidos, busca evaluar las políticas de Brasil “relacionadas con el comercio digital y los servicios de pago electrónico; aranceles preferenciales injustos; interferencia anticorrupción; protección de la propiedad intelectual; acceso al mercado de etanol; y deforestación ilegal”, según una hoja informativa que acompañó su lanzamiento.
Amorim, un diplomático con seis décadas de experiencia y exministro de Asuntos Exteriores, argumentó que el fracaso del mecanismo de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio en funcionar como antes complica aún más el conflicto.
“Esto hace que las negociaciones entre Estados Unidos y Brasil sean mucho más difíciles en este momento”.
La investigación de la Sección 301 fue anunciada por primera vez por Trump en una carta que publicó en las redes sociales que también incluyó la amenaza separada del líder estadounidense de aplicar un arancel del 50 por ciento a todas las importaciones brasileñas a Estados Unidos a partir del próximo mes.
¿Cómo reaccionó Brasil ante la investigación de EU?
El gobierno de Lula se sorprendió por la investigación de la Sección 301, según funcionarios, justo cuando había creado un grupo de trabajo para reunirse con los líderes empresariales locales afectados por los inminentes aranceles estadounidenses.
Horas antes de su lanzamiento, funcionarios brasileños enviaron una carta al Secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, y al representante comercial, Jamieson Greer, solicitando conversaciones.
En su carta, los funcionarios citaron posibles puntos de negociación delineados por primera vez en mayo, aunque Estados Unidos aún no ha respondido.
“El gobierno brasileño reitera su interés en recibir comentarios del gobierno estadounidense sobre la propuesta brasileña”, según la carta.
Amorim afirmó que los argumentos estadounidenses utilizados para justificar la investigación de la Sección 301 son inconsistentes y parecen estar dirigidos a presionar a Brasil. Añadió que las relaciones diplomáticas entre ambos países se encuentran en su punto más bajo desde principios del siglo XX.
Sanciones secundarias por comprar petróleo ruso
Para agravar las tensiones comerciales, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, advirtió el martes que Brasil, China e India enfrentarán sanciones secundarias por parte de Estados Unidos debido a sus compras de petróleo ruso.
“Mi recomendación para estos tres países en particular es que si viven ahora en Pekín o en Delhi, o si son presidentes de Brasil, quizá quieran echar un vistazo a esto, porque podría afectarles muy duramente”, dijo Rutte a los periodistas.
Los comentarios del jefe de la OTAN también inquietaron a Brasilia, según dos personas con conocimiento de la situación, quienes los calificaron de incoherentes. Señalaron que Turquía, Hungría y Eslovaquia, miembros de la OTAN, también compran petróleo a Rusia.
El gobierno de Brasil tradicionalmente no respalda sanciones que no sean aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, dijeron las fuentes.
Amorim también criticó las declaraciones de Rutte.
“Esta injerencia es totalmente inapropiada y absurda, porque, para bien o para mal, es una organización de la que Brasil no forma parte ni quiere formar parte”, afirmó. El diplomático brasileño instó al secretario general de la OTAN a ser un poco más responsable en sus declaraciones públicas.
La prioridad del gobierno brasileño es encontrar una solución a los aranceles estadounidenses amenazados del 50 por ciento, dijo una persona familiarizada con los procedimientos que solicitó el anonimato para discutir el asunto.
