El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este viernes la región de Texas afectada por las devastadoras inundaciones la semana pasada que dejaron al menos 120 muertos y más de cien desaparecidos.
“Nunca había visto algo así. (...) He visto muchos huracanes, tornados y nunca había visto algo de ese tipo. Eso es algo terrible”, dijo el mandatario republicano en una mesa redonda junto al gobernador de Texas, Greg Abbott.
Trump vio de primera mano la destrucción causada por las severas inundaciones en la región de Hill Country, donde trató de tranquilizar a los residentes sobre la respuesta federal al desastre. En su visita, lo acompañó la primera dama, Melania Trump.
El presidente se reunió con funcionarios locales y personal de emergencias en el condado de Kerr, gravemente afectado, donde inspeccionó los daños en helicóptero. Luego le mostraron lo que parecía ser un mapa de la zona afectada por las inundaciones.
Tragedia en Texas: ¿Qué pasó en el campamento para niñas?
Entre las muertes causadas por el desastre se encuentran varias niñas que asistían a un campamento de verano ubicado cerca del río Guadalupe, donde las crecidas arrasaron con cabañas, puentes y carreteras. ‘Camp Mystic’ informó haber perdido a 27 campistas y monitoras en el diluvio.
Las autoridades del condado de Kerr, donde se produjo la mayor parte de las muertes, informaron que entre los fallecidos había 36 niños y 60 adultos. Alrededor de 160 personas siguen desaparecidas. Se espera que la cifra de muertos en todo el estado aumente a medida que los rescatistas continúan buscando a los desaparecidos entre los escombros.
Jonathan Lamb, jefe de policía de Kerville, epicentro de la tragedia, confirmó que cinco niñas y un monitor siguen desaparecidos después de que la crecida del río atravesara el campamento de verano Mystic.
Gobierno de Trump, bajo escrutinio por inundaciones en Texas
En los días posteriores a la inundación repentina, la población ha criticado el actuar de los funcionarios locales, estatales y federales por su respuesta inicial a la emergencia, en particular sobre cómo un condado propenso a inundaciones carecía de sirenas de advertencia y si los pronósticos se transmitieron con precisión a los residentes locales de manera oportuna.
Algunos demócratas también han planteado preguntas sobre el impacto que los recortes de personal federal de la administración Trump, incluido el Servicio Meteorológico Nacional, pueden haber tenido en el desastre.
A principios de esta semana, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, denunció las críticas como “depravadas y despreciables” y afirmó que el Servicio Meteorológico “emitió alertas tempranas y consistentes”. La Casa Blanca ha mantenido que los recortes de personal no afectaron la respuesta a las inundaciones.
Trump firmó una declaración de desastre el domingo para el condado de Kerr. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó que la Guardia Costera estadounidense se había desplegado para ayudar en las labores de búsqueda y rescate, y que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) había enviado recursos para ayudar a los servicios de emergencia en el estado.
