En una escalofriante estrategia de guerra, jóvenes ucranianos, muchos apenas adolescentes, están siendo engañados por agentes rusos para transportar mochilas con bombas caseras a cambio de pagos en criptomonedas.
Tal es el caso de Oleh, un joven de 19 años desempleado, que buscaba dinero urgentemente para mantener a su bebé. Navegando en canales de Telegram en busca de “trabajos fáciles”, encontró una oferta que prometía mil dólares por una tarea rápida y diurna: viajar desde su casa en el oeste de Ucrania hasta Rivne, recoger una mochila —supuestamente con pintura— y rociarla frente a una comisaría local, según The Guardian.
Un requisito clave era tener “pies ágiles” para huir sin ser atrapado; sin embargo, una mañana nevada, cuando Oleh abrió la mochila, se horrorizó al encontrar una bomba casera con cables y un sistema de detonación a distancia. Estuvo a punto de convertirse en un terrorista suicida involuntario.
De acuerdo con el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), la inteligencia rusa comenzó a reunir exreclutas ucranianos mediante ofertas laborales falsas para llevar a cabo atentados en el oeste del país. Desde la primavera pasada, se han registrado más de una docena de ataques con víctimas, parte de esta campaña encubierta.
Los agentes rusos, a través de Telegram, convirtieron a cientos de adolescentes ucranianos en peones para incendiar edificios bajo órdenes remotas, grabando los hechos como “pruebas”. Desde finales de 2024, la misión escaló a colocar bombas en coches, oficinas de reclutamiento y comisarías.
¿Cómo la red rusa recluta a jóvenes ucranianos?
De acuerdo con The Guardian, Los reclutadores suelen comenzar con tareas sencillas, como tomar fotos de edificios públicos o repartir volantes subversivos; sin embargo, con el tiempo, aumentan la presión mediante manipulaciones psicológicas, chantajes y amenazas, atrapando a sus reclutas. Algunos incluso usan jerga juvenil o aparentan ser ucranianos opositores a la guerra para ganar confianza.
Según Dekhtiarenko, del SBU, en algunos casos los reclutas no solo colocan las bombas, sino que inconscientemente actúan como terroristas suicidas, una táctica habitual donde los rusos hacen detonar sus propios agentes.
¿Cómo Oleh y su amigo cayeron en la red de los reclutadores rusos?
Después de rechazar una orden para incendiar un edificio, Oleh fue contactado por otro reclutador que le ofreció mil dólares para recoger la mochila con pintura. Preocupado, invitó a su amigo Serhiy a acompañarlo y dividir la paga. Ambos viajaron un día entero a Rivne, donde esperaron instrucciones en un hotel.
A la mañana siguiente, recibieron la ubicación del lugar para recoger la mochila, una cooperativa de talleres mecánicos. Alexander, el contacto en Telegram, les indicó no abrir las bolsas y dirigirse a la comisaría para rociar pintura y enviar un mensaje antisistema.
Durante el trayecto, Serhiy sospechó que los vigilaban. Al llegar, Oleh decidió abrir la caja por precaución y descubrió una bomba. Alertó a un policía y, en ese momento, agentes del SBU los arrestaron y confiscaron los paquetes.
Si Oleh hubiera seguido las instrucciones, probablemente habría muerto, junto con otras personas, en la comisaría. El SBU, anticipando un nuevo ataque tras explosiones anteriores, bloqueó las señales para impedir la detonación remota.
Aunque no está confirmado, se cree que Alexander está vinculado a los servicios de inteligencia rusos, que utilizan intermediarios para operar. El fabricante de las bombas sigue prófugo.
Ucrania lanza campaña para alertar a jóvenes sobre engaños en Telegram
Para contrarrestar esta amenaza, el SBU lanzó un programa educativo en las escuelas para advertir a los jóvenes sobre el peligro de aceptar ofertas de trabajo en Telegram.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) implementó medidas para combatir el reclutamiento de jóvenes en operaciones rusas de sabotaje, creando incluso un chatbot para que los ucranianos puedan reportar contactos sospechosos en Telegram.
Mientras tanto, los servicios de inteligencia europeos observan con preocupación si Moscú trasladará sus tácticas de atentados suicidas de Ucrania a Occidente, donde hasta ahora los ataques se han limitado a sabotajes e incendios sin buscar derramamiento de sangre. Según una fuente policial ucraniana, Ucrania funciona como un laboratorio para probar nuevas formas de guerra híbrida que luego podrían aplicarse en otros países.
Por otro lado, Oleh y Serhiy, los jóvenes reclutados que fueron capturados antes de realizar un atentado con bomba, enfrentan ahora un juicio donde podrían recibir hasta 12 años de prisión. Oleh insiste en que no sabía que trabajaba para los rusos ni que sus acciones podrían causar una masacre.