En la sexta jornada de protestas por las redadas migratorias y la militarización de Los Ángeles, los 4 mil elementos de la Guardia Nacional, en adición a 700 infantes de Marina, tienen la autoridad para realizar detenciones de manifestantes en tanto son transferidos en custodia a las autoridades civiles, declaró ayer el general a cargo del contingente federal, Scott Sherman.
Bajo nuevas protestas pacíficas de cientos de manifestantes congregados alrededor del centro metropolitano de Los Ángeles, el jefe castrense aclaró que los soldados no conducen operaciones de aplicación de la ley, como arrestos, cateos o decomisos, bajo la autoridad del Título 10 del Código de Estados Unidos.
“Estrictamente para la protección del personal federal y de los edificios federales, pueden detener temporalmente y esperar a las agencias del orden para realizar los arrestos. (Los militares) no hacen los arrestos”, dijo, aunque después aclaró que no se han llevado a cabo detenciones.
Durante una nueva comparecencia en el Senado, el secretario de Defensa, Peter Hegseth, defendió la decisión del presidente Donald Trump de desplegar a los 4 mil 700 elementos de la Guardia Nacional e infantes de Marina a un costo de más de 130 millones de dólares, aunque no pudo responder a los senadores la justificación legal.
“(Apoyamos) a los agentes del orden que hacen su trabajo en Los Ángeles, quienes merecen no ser agredidos, abordados ni amotinados mientras detienen a uno de los 21 millones de inmigrantes ilegales a los que se les permitió entrar como una invasión bajo la administración anterior”, criticó.
Asimismo dijo respaldar “firmemente” el despliegue de 11 mil 900 soldados adicionales en la frontera con México.
En este marco y ante la proliferación de protestas similares en otras ciudades de Estados Unidos, como Nueva York y Chicago, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, activó a miembros de la Guardia Nacional de Texas en San Antonio en previsión de las manifestaciones de esta semana en la ciudad.
“El estado de Texas está listo para desplegar todo el personal y los recursos necesarios para mantener la ley y el orden. Los soldados de la Guardia Nacional de Texas están en alerta en las zonas donde se planean manifestaciones masivas en caso de que sea necesario”, señaló la oficina de Abbott.
“Las protestas pacíficas son parte del tejido social de nuestra nación, pero Texas no tolerará la anarquía que hemos visto en Los Ángeles. Cualquiera que participe en actos de violencia o daños a la propiedad será rápidamente castigado con todo el peso de la ley”, finalizó.