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Trump anuncia viaje a China para limar asperezas: ‘Xi tuvo la amabilidad de invitarnos y yo correspondí’

Donald Trump aceptó la invitación que le hizo su homólogo Xi Jinping a China para poner fin a las tensiones que sostienen EU y Beijing.

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Xi Jinping y Donald Trump acordaron reunirse en China.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aceptó este jueves 5 de junio la invitación que le hizo su homólogo Xi Jinping a China para poner fin a las tensiones que sostienen Washington y Beijing.

Trump explicó en Truth Social que durante la llamada telefónica con el presidente Xi Jinping acordó viajar a China, junto con su esposa Melania y el canciller alemán, Friedrich Merz.

“Durante la conversación, el presidente Xi tuvo la amabilidad de invitarnos a la Primera Dama y a mí a visitar China, y yo correspondí. Como presidentes de dos grandes naciones, esto es algo que ambos esperamos con entusiasmo”, escribió.

Trump reconoció el jueves que la relación comercial con China se había desviado un poco, pero afirmó que ahora “estamos en muy buena forma con China y el acuerdo comercial”. En redes sociales afirmó que “ya no debería haber dudas sobre la complejidad de los productos de tierras raras”.


“Estábamos aclarando algunos puntos, relacionados principalmente con los imanes de tierras raras y otras cosas”, dijo el presidente de EU a los periodistas en la Oficina Oval.

Pero el presidente estadounidense no especificó si China había acordado acelerar las licencias de exportación de imanes cruciales para una amplia gama de productos estadounidenses críticos. También persistían dudas sobre qué concedió Trump a Xi, si es que concedió algo.

El líder chino dijo que Beijing había cumplido con los términos de la tregua arancelaria alcanzada por las dos naciones el mes pasado en Ginebra, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, incluso cuando funcionarios estadounidenses se han quejado de que los controles de exportación de tierras raras no se han levantado con la suficiente rapidez.

El comunicado de China señala que Trump le comunicó a Xi que los estudiantes chinos son bienvenidos a estudiar en Estados Unidos. La administración del presidente ha tomado medidas para impedir que los extranjeros obtengan visas para estudiar en universidades estadounidenses.


“Vienen estudiantes chinos. No hay problema. No hay problema. Es un honor para nosotros recibirlos”, dijo Trump a los periodistas.

Las negociaciones adicionales, dijo Trump, ocurrirán “en breve” e incluirán al secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, al secretario de Comercio, Howard Lutnick, y al representante comercial estadounidense, Jamieson Greer.

El mandatario estadounidense detalló que la conversación de una hora y media se centró casi por completo en el comercio, aunque la versión china sugirió que Xi había advertido a Trump sobre Taiwán, después de los informes de que Estados Unidos estaba aumentando los envíos de armas allí.

China también adoptó un tono más combativo en materia de comercio: en su comunicado afirmaba que Xi instó a Trump a eliminar las medidas “negativas” que han afectado las relaciones.

Xi también afirmó que los países deberían trabajar para reducir los malentendidos y que Trump era bienvenido a visitar China, según el comunicado. Trump publicó que correspondió a la invitación de Xi para visitar Estados Unidos y posteriormente dijo que viajaría a China con la primera dama Melania Trump, pero no especificó cuándo.

Las relaciones entre los dos rivales se han deteriorado en las últimas semanas, y ambas partes se acusan mutuamente de violar una tregua comercial que redujo drásticamente los enormes aranceles impuestos hace unos meses. 

La llamada telefónica entre ambos líderes marca su primer contacto formal conocido desde que Trump asumió el cargo. La última conversación entre Trump y Xi tuvo lugar en enero, antes de la investidura del presidente estadounidense. 

¿Cuál es la ventaja de China sobre Estados Unidos?

Los minerales críticos se han convertido en un punto clave de conflicto en los últimos días. Estados Unidos ha acusado a China de incumplir su promesa de flexibilizar los controles de exportación sobre estos metales, necesarios para la electrónica de vanguardia.

Pekín se ha mostrado frustrado por las nuevas restricciones estadounidenses a la venta de software de diseño de chips y sus planes de comenzar a revocar visas a estudiantes chinos

Trump ha dicho durante mucho tiempo que las conversaciones directas con Xi eran la única manera de resolver las diferencias entre las naciones, pero hasta ahora el líder chino se ha mostrado reacio a hablar por teléfono con su homólogo estadounidense y prefiere que los asesores negocien cuestiones clave. 

¿Se acerca el fin de las tensiones entre EU y China?

Los controles de exportación y las medidas estadounidenses sobre visas estudiantiles y restricciones tecnológicas probablemente serán centrales en las futuras negociaciones. Los jefes comerciales de Estados Unidos y China acordaron en Ginebra, el mes pasado, reducir los aranceles durante 90 días, mientras trabajaban para alcanzar un acuerdo más amplio. 

La historia sugiere que cualquier acuerdo final podría tardar mucho en llegar. En 2018, durante el primer mandato de Trump, ambas partes acordaron suspender su disputa tras una ronda de negociaciones, pero Estados Unidos pronto se retractó de dicho acuerdo, lo que dio lugar a más de 18 meses de aranceles y conversaciones adicionales antes de la firma del acuerdo de “Fase Uno” en enero de 2020.

El objetivo de China en esta ocasión será buscar alivio de los controles estadounidenses a la exportación de chips de vanguardia, vitales para la inteligencia artificial y el avance militar. Es probable que este sea un punto de fricción en Washington, ya que tanto demócratas como republicanos coinciden, en una inusual coincidencia, en que Pekín representa una amenaza para la seguridad nacional.

Más allá de las tensiones en los lazos económicos, las fricciones geopolíticas también están en aumento. Funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores protestaron este mes por la afirmación del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, en una reunión de jefes militares en Singapur, de que China representa una amenaza inminente para Taiwán, una isla autónoma reclamada por Pekín.

-Con información de Bloomberg.

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