El presidente Donald Trump anunció que extendería hasta el 9 de julio la fecha límite para que la Unión Europea se enfrente a aranceles del 50 por ciento tras una conversación telefónica con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
“Tuvimos una conversación muy agradable y acepté posponerla”, declaró Trump a la prensa el domingo de regreso a Washington.
Von der Leyen había declarado previamente este domingo 25 de mayo en una publicación en X que “Europa está lista para avanzar en las negociaciones con rapidez y decisión”, pero que “un buen acuerdo” requerirá “tiempo hasta el 9 de julio”.
Esa es la fecha en que se había fijado el fin de la pausa de 90 días de Trump en sus llamados aranceles recíprocos.
Se había previsto que la Unión Europea impusiera un arancel del 20 por ciento en virtud de las tasas recíprocas anunciadas en abril. Pero el viernes, Trump amenazó con imponer un arancel más alto, del 50 por ciento, a la UE tras quejarse de que el bloque estaba retrasando las negociaciones y perjudicando injustamente a las empresas estadounidenses con demandas y regulaciones.
La semana pasada, la UE compartió una propuesta comercial renovada con Estados Unidos para impulsar las negociaciones, y el responsable comercial del bloque, Maros Sefcovic, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Jamieson Greer, el viernes.
La última amenaza arancelaria de Trump afectaría a un comercio de bienes entre Estados Unidos y la UE por valor de 321 mil millones de dólares, lo que reduciría el producto interior bruto estadounidense cerca de un 0.6 por ciento y aumentaría los precios en más de un 0.3 por ciento, según cálculos de Bloomberg Economics.
El presidente estadounidense ha declarado que quiere usar aranceles para incentivar a las empresas a construir plantas en Estados Unidos en lugar de en el extranjero para fabricar sus productos. El mismo día que anunció la amenaza de imponer aranceles del 50 por ciento a la UE, también amenazó con imponer aranceles del 25 por ciento a los teléfonos inteligentes fabricados en el extranjero por empresas como Apple Inc. y Samsung Electronics Co.
Pero el domingo, Trump dijo que está de acuerdo con los comentarios recientes del secretario del Tesoro, Scott Bessent, de que Estados Unidos no necesita recuperar la fabricación de textiles en sus fronteras.
“No buscamos fabricar zapatillas y camisetas, queremos fabricar equipamiento militar”, dijo Trump, añadiendo que quiere fabricar “grandes cosas” en Estados Unidos, citando chips, ordenadores y desarrollo de inteligencia artificial.