La oferta de Qatar de un lujoso Boeing 747 al presidente Donald Trump ha encendido las alarmas en la comunidad de inteligencia y diplomacia de Estados Unidos, donde los regalos de gobiernos extranjeros siempre han sido vistos con sospecha.
Más allá de las dudas legales y éticas sobre la aceptación del avión por parte de Trump —un modelo con capacidad para 89 pasajeros y un suntuoso interior de diseño francés—, también existen preocupaciones técnicas y de seguridad.
¿Por qué preocupa el avión regalado de Qatar a Trump?
Los expertos advierten que un regalo de este tipo, por parte de un gobierno extranjero, podría ser una oportunidad para realizar vigilancia, seguimiento o comprometer las comunicaciones del presidente y de quienes viajen con él.
“Si hubiéramos construido el avión, sabiendo que iba a un gobierno extranjero, probablemente lo habríamos intervenido,” comentó Thad Troy, exjefe de estación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Troy recordó su tiempo en la Moscú de la Guerra Fría, cuando la Embajada de Estados Unidos estaba siendo desmantelada ladrillo por ladrillo para eliminar una red de dispositivos de vigilancia incrustados en el concreto del edificio.
El senador Mark Warner, principal demócrata en el Comité de Inteligencia, calificó la aceptación del regalo como “increíblemente imprudente.”
“Un avión proporcionado por un gobierno extranjero presenta una serie de riesgos potenciales de seguridad, desde equipos de vigilancia hasta sistemas de comunicación comprometidos, y sería casi imposible inspeccionar minuciosamente un avión como ese para detectar herramientas de espionaje o preocupaciones de seguridad,” señaló Warner en un comunicado el miércoles a Bloomberg News.
Durante su primer mandato, Trump encargó dos nuevos aviones presidenciales a Boeing Co. por 3.9 mil millones de dólares.
Frustrado por los retrasos en la entrega, ha estado buscando alternativas y aparentemente había puesto sus ojos en el avión qatarí incluso antes de que se le ofreciera como regalo este mes.
¿Cómo es el Boeing 747, regalo de Qatar a Trump?
El jumbo en cuestión, construido en 2012, estuvo anteriormente al servicio de Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani, una de las figuras más ricas de la familia real de Qatar, quien fue primer ministro y jefe del fondo soberano del país.
El avión tiene muebles en tonos crema y beige, alfombras y obras de arte diseñadas por Cabinet Alberto Pinto, una firma de diseño interior de París.
Cuenta con alfombras personalizadas de Tai Ping, detalles en madera de sicomoro y wacapou, y obras de arte de Alexander Calder.
En la cubierta superior hay una suite principal con dormitorio y baño, una habitación para invitados y un salón privado. En la parte inferior, hay salas de estar, una oficina y áreas para la tripulación.
Adaptar el avión a los estándares del Air Force One
Según Troy, el avión necesitaría ser adaptado a los estándares que mantiene actualmente el Air Force One.
Eso incluiría el refuerzo de su superficie para resistir explosiones y ataques, además de extras técnicos como capacidades de reabastecimiento en el aire y sistemas clasificados de comunicaciones y armamento.
También tomaría meses, si no años, para que los oficiales del Departamento de Defensa y los agentes de inteligencia desarmen el avión y lo revisen minuciosamente en busca de dispositivos de rastreo o para detectar la monitorización de sistemas que podrían, entre otras cosas, revelar la ubicación del avión.
“Por eso lleva tanto tiempo construir el Air Force One,” dijo Troy. “Tiene tantas cosas incorporadas para garantizar la seguridad del presidente.”
Trump defiende su avión regalado
Trump, quien ha culpado a Boeing por estar “muy atrasado,” ha defendido el regalo.
“Algunas personas dicen, oh, no deberías aceptar regalos para el país,” dijo el presidente a Fox News mientras viajaba hacia Arabia Saudita, donde comenzó una visita al Medio Oriente el martes.
“Mi actitud es, ¿por qué no aceptaría un regalo? Estamos dando a todos los demás.” También mencionó que las monarquías del Golfo tienen aviones más grandes y nuevos que el gobierno estadounidense, y añadió: “Creo que deberíamos tener el avión más impresionante.”
Críticas de seguidores de Trump por el regalo de Qatar
Sin embargo, algunas de las críticas más feroces han venido de sus propios seguidores, quienes lo han calificado como un soborno o un descarado intento de influencia por parte del estado del Golfo.
El comentarista Ben Shapiro preguntó cómo reaccionarían los votantes de Trump si un demócrata hubiera hecho esto. “Creo que si cambiáramos los nombres por Hunter Biden y Joe Biden, todos estaríamos perdiendo la cabeza en la derecha”, dijo Shapiro el lunes en su pódcast.
“El presidente Trump prometió drenar el pantano. Esto no es, de hecho, drenar el pantano.”
“Esto va a ser realmente una mancha para la administración si es cierto,” publicó en X la activista de extrema derecha Laura Loomer. “Y lo digo como alguien que tomaría una bala por Trump.”
Qatar es un aliado de larga data de los Estados Unidos y ha sido un mediador clave, junto con Egipto, en los esfuerzos para negociar una tregua entre Israel y Hamás en Gaza.
El país también alberga la oficina política de Hamás. Relaciones como esa representan un riesgo “en términos de que información potencial caiga en manos de personas que la usarían para sus propios fines,” según James Der Derian, director del Centro de Estudios de Seguridad Internacional de la Universidad de Sídney en Australia.
“Para estar seguros, Qatar no es la Unión Soviética, pero tiene una huella de inteligencia bastante robusta,” dijo. “Golpea por encima de su peso.”
Aun así, aunque hay peligros en aceptar regalos de gobiernos extranjeros, rechazarlos tampoco está exento de riesgos. Dado que la entrega de regalos es significativa en la cultura árabe, podría equivaler a un error diplomático, especialmente cuando Qatar está desempeñando un papel tan importante en la búsqueda de una solución al conflicto en Gaza.
Es por eso que “este avión ha adquirido tanto valor simbólico en este momento,” dijo Der Derian.
Rechazar el regalo, y “podría haber muchos líderes molestos, no solo en los Estados Unidos, sino también en Qatar y otros países árabes que consideran que la hospitalidad es una parte muy importante de su cultura.”
