Antes de morir, el papa Francisco donó uno de sus papamóviles para ser convertido en una unidad médica para las niñas y niños de Gaza, informaron funcionarios este lunes.
Las ramas de Jerusalén y Suecia de la federación caritativa Caritas del Vaticano publicaron fotos del vehículo reutilizado el lunes. Sin embargo, no hay información sobre cuándo podrá usarse. La donación fue anunciada el mismo día en que Israel aprobó planes para tomar la Franja de Gaza y permanecer en el territorio palestino de manera indefinida.
“Cuando el corredor humanitario hacia Gaza se reabra, estará listo para brindar atención médica primaria a los niños en Gaza”, indicó en un comunicado Caritas Jerusalén.
El vehículo será equipado con material para diagnóstico, examen y tratamiento. Caritas indicó que contará con equipos de prueba, kits de sutura, jeringas y agujas, suministro de oxígeno, vacunas y un refrigerador.
“Este vehículo representa el amor, cuidado y cercanía mostrados por Su Santidad hacia los más vulnerables, lo cual expresó a lo largo de la crisis”, manifestó en un comunicado Anton Asfar, secretario general de Caritas Jerusalén.
Durante la guerra de Israel en Gaza, Francisco criticó las duras tácticas del ejército israelí, al tiempo que exigía el regreso de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre. El año pasado, instó a investigar si la guerra de Israel equivalía a un genocidio, una acusación que Israel niega vehementemente.

Francisco habló repetidamente sobre la difícil situación de las personas en Gaza y mantenía un ritual nocturno que incluso continuó mientras estaba en el hospital en febrero con neumonía: llamaba a la única iglesia católica en la Franja de Gaza para ver cómo estaban las personas refugiadas en su interior.
Francisco falleció el 21 de abril a los 88 años.
Se agravan hambruna y desnutrición infantil en Gaza por bloqueo de Israel
Cerrada, sellada y devastada por los bombardeos israelíes, Gaza enfrenta una hambruna. Miles de niños ya han recibido tratamiento por desnutrición. La población palestina de Gaza se encuentra agotada, desplazada y las personas intentan sobrevivir en medio del bloqueo permanente de Israel, que ha impedido el paso de alimentos, agua y medicinas hacia la franja desde hace varias semanas.
Los hospitales penden de un hilo y lidian con las numerosas víctimas de los ataques que priorizan las emergencias. Las reservas de alimentos en los almacenes de la ONU se han agotado. Los mercados se vacían. Lo que aún está disponible se vende a precios exorbitantes, inalcanzables para la mayoría de la población en Gaza, donde más del 80 por ciento de las personas dependen de la ayuda humanitaria, según Naciones Unidas.
En Gaza, los comedores comunitarios que reparten alimentos a miles de personas dejan de operar. Las tierras de cultivo son prácticamente inaccesibles. Las panaderías han cerrado. La distribución de agua llega a un alto, en gran medida por la falta de combustible. En escenas desesperadas, miles de personas, muchos de ellos niños, se agolpan frente a los comedores comunitarios donde pelean por la comida. Almacenes con escasos suministros han sido saqueados.
El bloqueo israelí más prolongado de Gaza ha provocado una indignación internacional creciente, pero no ha logrado persuadir a Israel para que abra las fronteras
La ONU y otros grupos internacionales han señalado a Israel por usar el hambre y la hambruna como arma de guerra, para castigar a toda la población en Gaza.
Israel impuso el bloqueo el 2 de marzo y después puso fin a una tregua de dos meses al reanudar operaciones militares el 18 de marzo. Según el gobierno israelí, ambas medidas eran necesarias para presionar a Hamás a liberar a los rehenes.