El uso de cubrebocas y mascarillas será obligatorio en todos los servicios de urgencia de Chile a partir del martes, una medida que busca hacer frente al inminente aumento de enfermedades respiratorias en el invierno austral y que podría ampliarse a otros “espacios públicos o lugares con alta concentración de personas” para evitar brotes.
“Desde el 15 de abril el uso de mascarillas es obligatorio en salas de urgencias públicas y privadas”, comunicó el Ministerio de Salud en sus redes sociales.
La normativa obedece a una alerta sanitaria decretada a fines de marzo por esa cartera ante el preocupante aumento de la circulación de virus respiratorios y, con ello, el ascenso de las “enfermedades respiratorias asociadas a los virus y bacterias circulantes” como el rinovirus, la influenza y el COVID-19, completó.
Casi mil 300 casos positivos de virus respiratorios en Chile
Según la ministra de Salud, Ximena Aguilera, la circulación de virus respiratorios va “en franco ascenso” con la llegada de temperaturas más bajas en las últimas semanas, con casi mil 300 casos positivos registrados entre el 30 de marzo y 5 de abril frente a los mil 183 confirmados en igual periodo del año pasado.
“Reiteramos el llamado a la vacunación y a seguir medidas de prevención: lavado de manos, uso de mascarilla cuando hay síntomas y cubrir boca y nariz al toser y estornudar”, indicó la titular en una publicación en X la semana pasada.
Hasta el 31 de agosto todas las personas que circulen por “unidades o establecimientos destinados a la atención de urgencia“ de todo el país deberán usar mascarilla. De no cumplir la normativa, se arriesgan a penas que van desde el pago de multas hasta tres años de prisión por poner en riesgo la salud pública.
El Ministerio destacó que la medida podría ampliarse también a otros “espacios públicos o lugares con alta concentración de personas”, como el transporte público, los centros comerciales o los supermercados, si la “evolución de los virus así lo amerita para evitar su propagación”.
Con la medida las autoridades buscan prevenir de forma anticipada las enfermedades respiratorias habituales en el otoño e invierno austral, que el año pasado registró más de 165 mil casos para virus respiratorios, con mayo siendo el mes de mayor propagación y afectación.