Lo que comenzó como un ‘affaire’ terminó con un parricidio y con el mexicano Roberto Moreno Ramos sentenciado a la pena de muerte y ejecutado en Texas, en 2018.
Originario de Aguascalientes, Moreno Ramos comenzó una aventura fuera del matrimonio, en noviembre de 1991, con una mujer identificada como Marisa Robledo, según el expediente de apelación contra la pena de muerte, expuesta por el sitio Murderpedia.
Para enero de 1992, planearon casarse. Marisa desconocía que Roberto ya estaba casado y tenía dos hijos, a los que negó, pues le contó que en su casa daba refugio a una viuda y sus niños.
La noche de terror ocurrió el 7 de febrero de 1992. La tragedia que terminó con la vida de una mujer y dos menores pasó al interior de la casa familiar. Aunque un vecino escuchó gritos e insultos, nadie reportó nada a las autoridades.
Moreno Ramos armó toda una historia que se le desmoronó cuando diferentes personas comenzaron a hacer preguntas. Primero fueron integrantes de la iglesia quienes, preocupados por la ausencia de la mamá y sus hijos, fueron a su casa a buscarlos.
A ellos, Roberto les contó que su esposa e hijos se habían ido a California, ya que la abuela había fallecido y por la urgencia no pudieron despedirse.

¿Cómo descubrieron a Roberto Moreno Ramos?
De manera sorpresiva, Roberto Moreno se casó el 10 de febrero de 1992 con la señora Robledo, tres días después de haber asesinado a su familia. Esto provocó que uno de sus primos preguntara por el paradero de su familia.
Esa vez, el mexicano cambió la versión. Dijo que habían fallecido en un accidente automovilístico y fueron incinerados. Así pasaron dos meses con constantes cambios de historias sobre el paradero de su familia, por lo que su cuñada alertó a la policía sobre la desaparición de de Leticia Ramos, de 42 años, Abigail, de 7, y Jonathan, de 3.
El 30 de marzo de ese año, la policía abordó a Moreno Ramos en su casa para interrogarlo. Luego de 20 minutos, dio varias versiones contradictorias sobre el paradero de su familia, a la que ubicó en Austin, luego en San Antonio y hasta en México.
Gracias a varias infracciones de tránsito, la policía pudo detener a Roberto cuando los acompañó a la comisaría voluntariamente para declarar.
El 6 de abril siguiente, la policía allanó la casa de la familia Ramos y encontró rastros de sangre, principalmente en el dormitorio, pasillo y baño. Además, la ropa de la familia y los juguetes de los niños estaban guardados en el ático.
¿Cómo asesinó Roberto Moreno Ramos a su familia?
Una vez detenido, Roberto Moreno relató que un día de febrero regresó a casa y encontró muerta a su esposa y a sus hijos, por lo que después cavó un hoyo en el suelo del baño y los enterró.
Sin embargo, cambió otra vez la versión. Aseguró que al encontrar muertos a sus hijos, vio a su esposa con una herida mortal que según se había provocado ella misma, por lo que le dio el golpe fatal en la cabeza con un martillo.
En el cateo al domicilio, las autoridades exhumaron los cuerpos de la mujer y los dos menores de edad, enterrados en el baño y determinaron que habían muerto por traumatismos craneoencefálicos, probablemente causados por golpes de martillo.

En la casa del mexicano encontraron un mazo pequeño con manchas de sangre y el forense determinó que todas las víctimas murieron y fueron enterradas entre 12 y 24 horas después, siendo poco probable que las lesiones de la esposa fueran autoinfligidas.
La controversia del caso
Uno de los principales puntos de controversia fue que las autoridades estadounidenses no informaron a Moreno Ramos de su derecho a comunicarse con el consulado mexicano, una obligación establecida en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, de la cual Estados Unidos es signatario.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), presentó recursos legales argumentando que esta omisión afectó la defensa de Moreno Ramos. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) también intervino en 2004 con el fallo del caso Avena, en el que ordenó a EU revisar los casos de 51 mexicanos condenados a muerte, incluyendo el de Moreno Ramos. Sin embargo, el sistema judicial estadounidense no acató la orden.
Esfuerzos por detener la ejecución
Diferentes organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, intercedieron para detener la ejecución, alegando que el juicio de Moreno Ramos estuvo lleno de irregularidades. También argumentaron que sufría de problemas mentales que no fueron adecuadamente considerados en su proceso.
Horas antes de la ejecución, la SRE emitió un comunicado oficial reiterando que la falta de asistencia consular privó a Moreno Ramos de una defensa adecuada. No obstante, la Suprema Corte de EU rechazó sus últimas apelaciones.
El 14 de noviembre de 2018, a las 21:36 (hora local), Moreno Ramos fue ejecutado mediante inyección letal en la prisión de Huntsville, Texas. Sus últimas palabras fueron un agradecimiento a quienes lo apoyaron.
Esta es la décima segunda entrega de los mexicanos ejecutados por Estados Unidos. En las anteriores conocimos las historias de:
Mario Benjamín Murphy Rodríguez
Rubén Cárdenas Ramírez
En la siguiente entrega presentaremos el caso de Abel Revilla Ochoa.