Mundo

Cuando el ejército ruso entrenó perros para lanzar explosivos... pero no salió como querían

El siglo pasado el ejército ruso pasó gran parte de su tiempo entrenando a perros para que llevarán a cabo labores como transporte de material sanitario.

alt default
Se trabajo para que los perros llevaran explosivos al ejército rival. (Shutterstock).

En los años 20 del siglo XXI, el ejército ruso o rojo entrenó a perros para que combatieran en los conflictos bélicos que llegaran a presentarse. Reclutaron caninos de caza y los adiestraron con el condicionamiento pavloviano.

El condicionamiento clásico de estímulo- respuesta de Iván Pávlov, sostiene que de manera natural los perros tienen respuesta a ciertos estímulos. Por ejemplo, cuando el canino ve carne y saliva.

Más adelante las autoridades militares rusas publicaron el primer manual de perros del ejército rojo. Los perros fueron jerarquizados por funciones: caninos que llevaban trineos, los rastreadores de personas, de rescate, los que iban al frente de un combate para llevar bombas y los que transportaban material sanitario.

Según una publicación de Muy Interesante, los entrenamientos para los perros que iban al frente de un combate eran bastante complejos y pesados, ya que el primer objetivo a vencer era que estos vencieran el miedo de ver un tanque avanzar, mientras sonaban armas militares a su alrededor.


Aquí es donde entró la utilidad del estímulo de Pávlov: en los entrenamientos colocaron comida de perro debajo de los tanques. Con ello, los caninos acudían por el alimento y se aclimataron a los ruidos propios de la guerra.

A continuación, los militares rusos consiguieron que los perros llegaran a los tanques, tirarán de la palanca de su mochila y dejarán una carga explosiva. El éxito se conseguía cuando los animales regresaban vivos de la misión.

El experimento salió del laboratorio por primera vez en 1940. Los rusos llevaron a 20 de sus mejores perros al frente de batalla. Al combatir contra los nazis, los caninos se asustaron y regresaron a las trincheras rojas, lo que significó un rotundo fracaso, ya que sólo cuatro cumplieron parcialmente la misión.

En la historia rusa se escribieron algunas victorias sobre los perros-bomba, pero en 1942 se abandonó la estrategia.


También lee: