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México puede atraer más inversión: la clave está en reglas claras

Con instituciones sólidas, transparencia y reglas claras, México tiene todo para convertirse en un destino atractivo para el capital global y detonar una nueva etapa de crecimiento económico.

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Con reglas claras y transparencia, México puede atraer inversión y crecer con confianza.

México tiene hoy la oportunidad de posicionarse como protagonista en un mundo con exceso de liquidez buscando impacto. Sin embargo, el capital no llega donde hay incertidumbre; fluye hacia donde existe confianza, y confianza significa Estado de derecho, reglas claras y respeto por lo pactado. No es magia, es gobernanza.

Como profesional mexicano con más de treinta años estructurando inversiones en mercados emergentes desde Washington DC, he podido observar de cerca lo que distingue a los países que reciben flujos sostenidos de capital privado: instituciones confiables, seguridad jurídica y claridad en los marcos regulatorios. México cuenta con todos los ingredientes para detonar una nueva etapa de desarrollo: ubicación estratégica, talento joven, acceso a mercados y oportunidades reales en nearshoring, digitalización financiera e inversión sustentable.

El problema es que, al mismo tiempo, el país envía señales contradictorias que erosionan su atractivo. Reinterpretaciones fiscales retroactivas, cancelaciones contractuales sin consecuencias y procesos de adjudicación cada vez más opacos son mensajes claros al mercado: aquí, la incertidumbre pesa más que las oportunidades. Inversionistas globales están listos para apostar por México, pero no a ciegas. Buscan retornos, sí, pero también impacto, transparencia y seguridad jurídica; y hoy, en muchos casos, no los encuentran.

En este contexto, la LIII Convención IMEF 2025 cobra especial relevancia. Al reunir a líderes globales como Gabriel Yorio (BID) y Emmanuel Millard (ICFOA), así como a expertos en ESG, inteligencia artificial, riesgo geopolítico y transformación del CFO, la convención se convierte en mucho más que una vitrina: es una advertencia clara de que México debe elevar el nivel institucional de su entorno de negocios si quiere seguir en la conversación global.

El sector financiero mexicano, y en particular sus directivos, tiene un papel crítico. El CFO moderno no puede limitarse a cuidar el flujo de efectivo o el EBITDA; debe ser un defensor de la institucionalidad económica y un aliado estratégico en la atracción de capital responsable. Porque el capital global exige algo más que rentabilidad: exige propósito, tecnología y reglas claras.

México está a tiempo de corregir el rumbo. La oportunidad de competir por el capital del futuro es enorme, pero no eterna. Garantizar reglas claras hoy es garantizar inversión mañana. Sin inversión, no hay desarrollo. Sin reglas claras, no hay futuro.

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