Torreón, Coah.- A dos semanas de haber iniciado, las campañas de proselitismo no acaban de "prender" en el ánimo de la población. Los partidos políticos contendientes por la gubernatura, las 38 alcaldías y el congreso de Coahuila mantienen prácticas de descalificación y acusaciones entre unos y otros.
El panista candidato a alcalde, ex embajador de México en España y ex diputado federal, Jorge Zermeño, ha asegurado que la transparencia será la base del repunte global de Torreón. Considera, en su propuesta, tener una planeación de obras, licitaciones y transparencia en los costos y asignación de obras, "aspectos que la presente administración no ha querido realizar".
Reunido con 150 empresarios en la delegación local de la Canacintra, el blanquiazul ofreció licitaciones transparentes, "que no dejen lugar a dudas o sospechas de corrupción".
Su competidor por el PRI, Miguel Mery, insiste en que los panistas no tienen calidad moral al tener en el exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés –hoy preso-, un pésimo ejemplo de administración ineficiente y corrupta, aseverando que hay gente de Padrés asesorando en Coahuila a los abanderados de Acción Nacional.
Por su lado el candidato a la gubernatura por el Revolucionario Institucional, Miguel Ángel Riquelme Solís, reiteró que hará todo lo posible ante el gobierno federal porque se queden en el estado los recursos que vía impuestos "subsidian a otras entidades y nos quedamos con mucho menos dinero para obras sociales".
Puso como ejemplo que al contar con más presupuesto, "al menos 300 mil familias van a recibir un apoyo económico en la entidad, mes con mes, quiero que sean ustedes los que decidan a qué lo destinan".
David Aguillón, ex director de Comunicación Social en el gobierno de Humberto Moreira Valdés y hoy presidente en Coahuila de Fundación Colosio, anticipó que los panistas están cometiendo un "gran fraude electoral" a través del esquema "Lavadero con Tarjetas".