Monterrey

Levantar muros

OPINIÓN. La retórica de Trump podría afectar los procesos de exportación de grupos empresariales de Coahuila y Nuevo León a los Estados Unidos.

La frontera de México y los Estados Unidos es una región conformada por diez estados de ambos países, con corredores comerciales e importantes áreas metropolitanas que contienen diversos clústeres industriales que están interconectados dinámicamente, y que son determinantes por el volumen, el crecimiento y la efectividad en el intercambio de bienes y personas entre ambos países.

Esta región entre México y la Unión Americana se extiende a lo largo de 3 mil 152 kilómetros, un área geográfica donde viven aproximadamente 14 millones de personas. Del lado mexicano, los 6 estados fronterizos comprenden el 40 por ciento de la superficie total de México y durante el 2014, estos seis estados generaron el 21 por ciento del PIB nacional.

Gracias a la integración económica de la región, el 70 por ciento del comercio bilateral circula vía terrestre a través de 56 puertos de entrada fronterizos, lo que permite la circulación de unos mil millones de dólares en esta región. Producto del intenso intercambio comercial, hasta el año pasado, los cruces transfronterizos diarios ascendían a un millón de personas; 300 mil vehículos y 70 mil camiones de carga.

En los últimos años, la frontera de México y Estados Unidos es el resultado de la cooperación actual entre México y Estados Unidos. En el 2010 y como prueba de esta etapa de maduración en la relación binacional, se realizó la Declaración para la Administración de la Frontera en el Siglo XXI, en la cual ambas naciones se comprometieron a asegurar que la frontera común contribuya a promover la competitividad económica y mejorar la seguridad, a través del movimiento seguro, legal, eficiente y ágil de bienes y personas.

En el 2014, Nuevo León exportó productos y mercancías por 40 mil millones de dólares, que representan el 30 por ciento del PIB estatal, y se estima que para el 2015 esta cifra se incrementaría en un 8 por ciento. Los destinos principales de estas exportaciones son los Estados Unidos, América Latina y Europa.

Esta realidad contrasta con las afirmaciones del precandidato republicano Donald Trump, quien se ha caracterizado por mantener una narrativa bastante extrema. En diversas ocasiones, ha declarado que busca construir un muro en la frontera de Estados con México y amenaza, entre otras cosas, con declarar una guerra comercial contra México.

Hace unos meses, diversas voces en los Estados Unidos señalaban que Trump no era una causa de preocupación porque era cuestión de tiempo para que tropezara con su propia lengua y cayera pero los meses pasan y el fenómeno Trump se consolida como una fuerza incómoda dentro del partido, cuya figura histórica más representativa es Abraham Lincoln.

A raíz de la crisis económica del 2008, el mundo ha sido testigo de grandes cambios económicos y sociales. No sabemos cuál vaya a ser el final de estas elecciones ni quienes vayan a ser los candidatos por los dos grandes partidos políticos de los Estados Unidos. Pero es importante que las empresas nacionales, especialmente las de la región del noreste, se mantengan al tanto de la evolución de las elecciones.

La retórica de Trump podría afectar los procesos de exportación de grupos empresariales de Coahuila y Nuevo León a los Estados Unidos, lo que podría complicar más el escenario económico nacional e internacional. En este caso, sería un momento histórico para poner a prueba las instituciones regionales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

* El autor es politólogo por el Tecnológico de Monterrey; consultor político de la firma internacional Global Nexus y cursa sus estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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