Mientras que para un grupo amplio de mexicanos la razón de emigrar
hacia Estados Unidos (EU) encuentra razón en un factor de mejora
económica, salvaguarda del patrimonio económico, mejor preparación
académica o simplemente mejores oportunidades de trabajo, para otro
porcentaje de mexicanos ha sido factor de sobrevivencia no solo por la
falta de oportunidades en México, sino por el factor de inseguridad política, inseguridad social, opresión empresarial para los pequeños negocios y otros factores de inestabilidad económico- social y entre ello esquemas de penetración del consumo, distribución de drogas y el alto porcentaje de crecimiento de delitos de secuestro y otras conductas que atentan, no solo contra el patrimonio y bienes de los individuos, sino en contra la vida y seguridad e integridad personal.
Respecto del primer grupo de emigrados, la mayoría son familias que
trasladan sus negocios, patrimonios o fuentes de riqueza a la Unión Americana o buscan un modus vivendi acorde a su preparación académica, aprovechando nichos de oportunidad en actividades económicas de intensa labor personal y la mayoría de ellos mantienen una capacidad económica que les permite hacer frente a los altos costos que representa un proceso migratorio con todos los gastos que esto conlleva.
Analizado el perfil de los mexicanos – y de hispanos de primera y
segunda generación de inmigrados en general- se encuentran muchos
factores culturales comunes como podrían ser , algunos de ellos consecuencia de las carencias que ofrece nuestro país, y otros de némesis cultural por ejemplo: La falta de cultura de adquisición de seguros, la falta de disciplina del ahorro y una economía racional, la poca atención que se presta a los cuidados médicos preventivos para evitar enfermedades como la diabetes, las costumbres de una alimentación rica en grasas e ingredientes que promueven enfermedades crónicas como la gastritis, diabetes, hipertensión arterial y otros males de dilación prevenible. La educación continua es casi nula y la idea de que el gobierno, tiene la obligación de ayudarle económicamente al pueblo a condición de permitirle toda clase de latrocinios y peculados.
Adicionado a lo anterior, algunos aspectos como el fatalismo, las conductas de superstición negativas hacen difícil el éxito económico en una sociedad puramente materialista; entonces nace la delincuencia.
El perfil de aquellos mexicanos que materialmente han huido por sobrevivencia, y cuyo perfil es bajo, se encuentra plagado aquí, de individuos que en razón a su poca cultura, simplemente desean satisfactores económicos como indicadores de éxito superfluo tal como adquisición de vehículos de lujo y otros productos promovidos en el consumismo estadounidense que ha inundado México, al grado de aculturaciones exóticas como el Thanksgiving, Haloween y ahora hasta el Black Friday, que más que promover una economía real promueven el bolsillo de banqueros y empresas extranjeras o de extranjeros que sientan sus condiciones de consumismo lo mismo ocupando áreas que debían ser dedicadas al deporte o áreas verdes que hasta ubicarse al pie mismo de los sitios arqueológicos de México, mismas que para las autoridades, más que valor arqueológico inapreciable si tienen un precio transferible para sus chequeras.
La historia de emigrantes mexicanos que cometen todo tipo de delitos
hasta ocupar que las cárceles de EU mantienen un latino por cada tres
anglos, o de otras nacionalidades, no solo imbuyo miedo en los votantes
americanos, sino que son la vergüenza que opaca muchos valores que
otros hispanos si aportan al crisol de culturas de Norteamérica. Hoy no tenemos dignidad.
Los hispanos, en las pasadas elecciones demostraron que no solo poseen muchos de los "activos" del perfil con que se les analiza, sino que no somos capaces de mantener una cohesión generacional porque la segunda o tercera generación se avergüenza de la primera y entonces más vale votar en contra de lo que sus propias raíces le ofrecieron.
El futuro de los hispanos es incierto en la unión americana, es claro que
no solo se trata de mayorías sino de valores y educación.
Estimado lector, ¿cree que México no puede estar peor? Espere a que la historia se imite y se duplique en México, que López Obrador y los "maestros" lleguen al poder, entonces si, el destino de los hispanos estará sellado no solo en América, sino en México.
* El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-EstadosUnidos.
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