Monterrey

Nuevo León y Querétaro, referentes en gestión hídrica industrial: AMPIP

Los corredores industriales del Río Bravo y Lerma-Santiago concentran más de la mitad de los parques en operación y construcción.

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Nuevo León y Querétaro se han convertido en referentes nacionales en el balance entre manejo hídrico y expansión industrial, de acuerdo con el análisis de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), contenido en el estudio Agua en parques industriales. Matriz de condiciones predominantes.

Ambos estados concentran una alta densidad de parques industriales y, pese a operar en regiones de presión hídrica elevada, han logrado organizar mejor el uso del agua mediante concesiones trazables, plantas de tratamiento y esquemas de reúso.

El estudio asegura que el país enfrenta un panorama de alto estrés hídrico, con más de un centenar de acuíferos sobreexplotados y una marcada desigualdad territorial: mientras el sur concentra mayores volúmenes renovables, el norte y centro-norte operan bajo sequías recurrentes y sobreextracción.

En este contexto, los parques industriales, que agrupan 95% de los desarrolladores privados y más de 477 complejos en operación, requieren certeza hídrica para sostener procesos de manufactura, logística y servicios avanzados.

En este panorama, la Región Hidrológico-Administrativa VI (Río Bravo), donde se ubica Nuevo León junto con Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, presenta una presión hídrica catalogada como alta. Esta región concentra 34.8% de los parques en operación y 44.7% de los que están en construcción, lo que la convierte en el corredor industrial más demandante del país.

En el caso de Nuevo León, la industria autoabastecida cuenta con un volumen concesionado de 77.4 hm³/año, con un crecimiento de 18.5% entre 2018 y 2022. Querétaro, por su parte, registra 52.1 hm³/año, con un aumento de 15.2% en el mismo periodo. Ambos estados destacan porque, además de su dinamismo industrial, cuentan con registros más completos en el REPDA, lo que permite dar seguimiento claro a concesiones y descargas.

La AMPIP plantea que la respuesta debe articularse en dos planos: territorial, con soluciones de reúso, tratamiento y control pluvial, y normativo, con mayor trazabilidad en concesiones y descargas.

Para Nuevo León, donde la industria automotriz y manufacturera se expande bajo el marco del T-MEC, la seguridad hídrica es tan estratégica como la infraestructura energética o logística, y será determinante para sostener la competitividad industrial del estado en los próximos años.

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