Monterrey

Teófilo Ozuna: Texas y Nuevo León se conectan al futuro: nace el primer corredor eléctrico binacional de carga

La nueva ruta de camiones eléctricos entre México y Estados Unidos promete transformar la logística transfronteriza, reducir emisiones y preparar a la región para la era del nearshoring.

Un nuevo capítulo del comercio norteamericano se desarrolla silenciosamente en las carreteras entre Monterrey, Nuevo León, y Laredo, Texas.

La empresa GreenSpace E-Mobility, especializada en logística tecnológica con operaciones en ambos lados de la frontera, ha lanzado el primer corredor eléctrico binacional de carga, una iniciativa que conectará el corazón industrial de México con la red de transporte texana mediante estaciones de carga ultrarrápida y camiones de cero emisiones.

Según Automotive Logistics (octubre 2025), el proyecto contempla una inversión inicial superior a 15 millones de dólares y una primera fase de 18 a 24 meses, con camiones de la firma china Windrose Technology.

“Este corredor simboliza una nueva era en el comercio entre Estados Unidos y México”, señaló la empresa al anunciar el acuerdo.

El plan va más allá de la innovación tecnológica: marca el inicio de una logística sostenible en un corredor históricamente dominado por el diésel. Con México, convertido en el principal socio comercial de Estados Unidos, la capacidad de la región para mover mercancías de forma eficiente — y limpia — se ha vuelto una prioridad estratégica.

En 2024, el comercio bilateral superó los 798 mil millones de dólares, de los cuales Texas canaliza más de la mitad.

GreenSpace prevé operar camiones eléctricos de clase 8 entre Monterrey, Laredo y los principales centros logísticos de Texas, como Dallas y Houston.

El corredor contará con estaciones de carga ultrarrápida alimentadas, en parte, con energías renovables y sistemas digitales para optimizar rutas, consumo energético y mantenimiento.

“Queremos que esta ruta sirva como modelo para una red verde que beneficie a ambos países”, declaró Sergio García, director de operaciones de la firma, a Mexico Business News.

Las implicaciones económicas son notables. De acuerdo con Border-Now, el proyecto se alinea con la estrategia de nearshoring, que ha atraído más de 40 mil millones de dólares en inversión manufacturera a México desde 2022. Empresas y proveedores a lo largo del corredor I-35 podrán reducir costos operativos y acceder a incentivos por reducción en la emisión de carbono. En Texas, donde el transporte representa más del 28 % de las emisiones estatales, la electrificación del autotransporte ayudará a cumplir metas corporativas y gubernamentales sin sacrificar competitividad.

El cambio también redefine la infraestructura fronteriza. Los puertos de entrada de Brownsville, Hidalgo/McAllen y Anzaldúas avanzan en modernizaciones para acelerar los cruces e incrementar su capacidad. El puerto terrestre de Brownsville, por ejemplo, recibirá 263 millones de dólares del gobierno estadounidense para ampliar carriles e instalaciones de inspección, según la General Services Administration. En Anzaldúas, se construyen nuevos patios y carriles para facilitar el tráfico comercial bidireccional con apoyo del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank).

Aunque aún no se han anunciado cargadores eléctricos dentro de los puertos, estas obras — sumadas al plan estatal de TxDOT para corredores EV — preparan a los parques logísticos y transportistas cercanos para conectarse a medida que las flotas eléctricas crezcan. El futuro del corredor más allá de Laredo dependerá de la rapidez con la que estos cruces integren aduanas digitales y sistemas compatibles con vehículos eléctricos.

El proceso no será sencillo. Los costos iniciales de los camiones eléctricos siguen siendo elevados y el despliegue de cargadores va detrás de la demanda. Además, las diferencias regulatorias entre la red mexicana de la CFE y el sistema ERCOT de Texas complican la coordinación. “Los desafíos energéticos son tan importantes como los logísticos”, advirtió un informe del Texas A&M Transportation Institute.

El sector público comienza a responder. El gobierno de Nuevo León ha prometido facilitar permisos y acelerar la instalación de estaciones de carga. “Estamos construyendo una ruta verde que conectará Monterrey con Texas y abrirá oportunidades industriales limpias”, declaró Marco González, secretario de Economía estatal, en El Horizonte. Por su parte, TxDOT y NADBank impulsan inversiones en infraestructura sostenible a lo largo de la frontera.

Más allá del beneficio ambiental, esta iniciativa podría redefinir la economía fronteriza en la próxima “década del nearshoring”. A medida que las empresas reubican sus cadenas de suministro cerca de los mercados norteamericanos, la eficiencia logística y la transparencia de carbono se convierten en las nuevas monedas de competitividad.

El transporte electrificado, apoyado en sistemas digitales de seguimiento, ofrece ambas: aire más limpio y comercio más inteligente.

Para los miles de camiones que cruzan los puertos texanos cada día, el cambio no ocurrirá de la noche a la mañana, pero los recorridos piloto, los cargadores de alta potencia y la cooperación técnica entre ingenieros de ambos países ya marcan una transición palpable hacia una economía fronteriza más resiliente y tecnológica.

Así que la próxima vez que un camión cruce de Monterrey a Texas, quizá su motor no emita sonido alguno, pero dirá mucho sobre hacia dónde se dirige el futuro del comercio norteamericano.

El autor es Profesor e Investigador en el Departamento de Finanzas y Economía de Negocios de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.

Contacto: ozuna@tec.mx

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