Monterrey

Gabriela Monforte: El poder de la información georreferenciada

En años recientes, el análisis de la información se ha vuelto una actividad cotidiana gracias al acceso a la tecnología. Cada vez es más sencillo registrar y analizar grandes cantidades de datos de toda índole, haciendo uso de poderosas herramientas que operan incluso en dispositivos electrónicos móviles.

Para el caso del registro de la información, el uso de dispositivos móviles permite ubicar y registrar geográficamente datos de interés debido a que la gran mayoría de estos dispositivos cuenta con un mecanismo de geolocalización. Ahora, ¿por qué es importante tener un dato con ubicación geográfica?

La información georreferenciada está asociada a coordenadas geodésicas: latitud, longitud y altura, correspondientes al sitio donde fue registrada. Esto permite ubicarla con precisión en un mapa, además de que permite conectarla con información de diferentes fuentes en el mismo punto geográfico.

A mediados del siglo XX, Tomlinson inventó el Sistema de Información Geográfica (GIS, por sus siglas en inglés). Su trabajo estableció las bases para que los ingenieros civiles, urbanistas y ambientalistas pudieran mejorar el uso del suelo y hacer una planificación más eficaz.

En 1982 desarrolló ArcInfo, el primer software GIS que se transformó posteriormente en ArcGIS, la plataforma geoespacial más empleada a nivel global. Asimismo, incorporó una única interfaz que combina herramientas de CAD (diseño asistido por computadora), permitiendo construir bases de datos enriquecidas con múltiples fuentes, lo que fomentó la conectividad entre distintas disciplinas.

La información georreferenciada se ha transformado en una herramienta clave para entender la realidad y para planificar el uso del territorio basado en datos concretos. Su principal valor es que permite ver a la información localizada en un mapa. Al asociar información ambiental, social, financiera, comercial, poblacional, entre otros, con ubicaciones precisas y mostrar su cambio a través del tiempo, se pueden descubrir patrones que de otro modo no sería tan fácil de entender. Este tipo de información impacta en las decisiones que se toman tanto en el sector público como en el privado, ya que proporciona una perspectiva completa sobre dónde suceden los eventos, cómo se interrelacionan y qué implicaciones tienen para las personas y su entorno.

A diferencia de lo que ocurre en muchas naciones, donde los datos estadísticos y la cartografía se generan y administran de manera independiente, en México se concentran en una misma entidad: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esto permite disponer de una base de datos geoespacial uniforme, actual y accesible para cualquier persona. El Marco Geoestadístico Nacional del INEGI es fundamental para generar la información territorial del país, ya que combina la división política, las áreas geoestadísticas básicas y la cartografía topográfica, facilitando así la conexión de cualquier dato censal, económico o ambiental a un punto o área específica en el territorio.

Esta infraestructura sitúa a México a la par de sistemas avanzados como el TIGER/Line del U. S. Census Bureau en Estados Unidos y el Ordnance Survey del Reino Unido.

Adicionalmente, la fortaleza del modelo mexicano radica en su capacidad para integrar consistentemente los datos del censo con la cartografía oficial, garantizando una compatibilidad entre escalas y ciclos censales. Adicionalmente, INEGI ofrece el programa Mapa Digital de México que, al igual que programas globales como QGIS o Google Earth, permite a los usuarios examinar y combinar capas geográficas con datos estadísticos. En Latinoamérica, pocos países cuentan con una estructura geoespacial tan robusta y de acceso gratuito.

Entre los profesionales que se benefician diariamente del uso de información georreferenciada para abordar cuestiones fundamentales —como la identificación de áreas vulnerables, la localización de poblaciones de estudio, el análisis de zonas con desigualdades o la evaluación del impacto de los fenómenos naturales sobre la población— se encuentran los urbanistas, economistas, mercadólogos, epidemiólogos, especialistas en medio ambiente, así como todos aquellos profesionales cuyas decisiones se sustentan en el análisis de datos.

En resumen, actualmente la información asociada a la ubicación geográfica es fundamental en la planificación. Empresas mexicanas como Femas, Soriana, Alen, sólo por mencionar algunas, utilizan esta valiosa herramienta en la planeación logística, la realización de estudios de mercado y de estudios de movilidad social.

Los gobiernos estatales y municipales la emplean, por ejemplo, en la gestión de la energía, la seguridad pública y la salud, donde los mapas ayudan a ubicar zonas de riesgo y priorizar el uso de los recursos. Los autores de este artículo estamos convencidos de que el análisis geoespacial, con el apoyo de tecnologías como la inteligencia artificial y el Big Data, es clave para potenciar la innovación y propiciar la toma de decisiones más justa y sustentable.

Participaron en la elaboración de este artículo: José Guadalupe Frías, Leslie Melisa Cepeda, Said Herrera, Lorette Navarro y Fernando Garza estudiantes de la Concentración Analítica para negocios: De los datos a las decisiones, que ofrece la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Gabriela Monforte es profesora de la concentración.

Contacto: gmonforte@tec.mx

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