Monterrey

Félix Cárdenas: La diversificación geográfica del emprendimiento

Invertir y comprar empresas en México y Estados Unidos.

El emprendimiento vía adquisiciones mantiene su ímpetu en ambos lados de la frontera. En un entorno donde el financiamiento sigue con tasas a la baja se potencian las compras apalancadas, por un lado, y las empresas medianas buscan escalar con nuevos inversionistas.

Así, durante 2025, firmas como Ascendis Capital Partners han venido invirtiendo y adquiriendo compañías en ambos lados de la frontera, consolidando su presencia binacional y aprovechando las oportunidades que ofrece el creciente dinamismo económico entre México y Estados Unidos.

Estados Unidos y México muestran dos polos de oportunidad, desde los servicios al sector energético en Texas, por parte de empresas como Toro Oilfield Services, hasta manufactura de sellos industriales, como es el caso de Industrial Rubber and Gaskets, una empresa con operaciones en Nuevo León.

En Estados Unidos, el sector energético vive un ciclo de consolidación. Según datos de la consultora Enverus, las fusiones y adquisiciones en petróleo y gas superaron los 230 mil millones de dólares en 2023, el mayor monto en más de una década.

Texas concentra buena parte de esa actividad. Su marco regulatorio favorable, infraestructura desarrollada y abundante producción en el Permian Basin impulsan la demanda de servicios especializados: perforación, mantenimiento, transporte, ingeniería y tecnología aplicada.

De acuerdo con la Texas Oil & Gas Association (TXOGA), en 2024 la industria estatal adquirió bienes y servicios por más de 300 mil millones de dólares, generando cerca de 480 mil empleos directos.

La expansión del sector, junto con los altos niveles de exportación energética, ha abierto un espacio fértil para las adquisiciones estratégicas. En este entorno, los inversionistas optan por la fórmula buy-and-build: comprar una empresa ya operante, optimizar su gestión e integrar nuevas líneas de negocio para escalarla.

“El ecosistema energético texano combina estabilidad, infraestructura y liquidez. No es casualidad que esté atrayendo capital emprendedor que busca plataformas de servicios listas para crecer”, apunta un analista de la firma de inversión M&A Equilibrium.

Mientras tanto, México se consolida como la otra cara de la oportunidad. El nearshoring ha detonado la demanda manufacturera, y sectores como el automotriz, electrónico y de electrodomésticos presentan expansiones de doble dígito.

En ese contexto, la industria de sellos industriales, insumos esenciales para sistemas mecánicos, hidráulicos y electrónicos, vive una fase de crecimiento sostenido. Según estimaciones de Lucintel, el mercado mexicano de sellos industriales crecerá más de 6 % anual en los próximos cinco años, impulsado por la instalación de nuevas plantas de autopartes y componentes electrónicos.

Estados como Nuevo León, Guanajuato y San Luis Potosí concentran la mayor parte de la producción. México exportó en 2024 más de 107 mil millones de dólares en productos electrónicos y casi 4 millones de vehículos, de acuerdo con datos de Inegi y la Secretaría de Economía.

Detrás de esas cifras hay un tejido creciente de proveedores industriales, desde componentes metálicos hasta sellos de precisión, que abastecen tanto a plantas locales como a exportadores.

Para inversionistas o emprendedores vía adquisiciones, conocidos como “Searchers”, que buscan entrada a las cadenas globales, adquirir un fabricante con cartera de clientes y certificaciones puede ser una estrategia más rápida y rentable que iniciar emprendimientos desde cero.

El atractivo es claro: mientras Texas ofrece un sector energético consolidado, México brinda una plataforma manufacturera competitiva y en expansión. Ambos mercados comparten una característica común: la necesidad de empresas más eficientes, mejor gestionadas y con capital de crecimiento.

Sin embargo, los riesgos también pesan. En Texas, la presión por la transición energética y la volatilidad del precio del crudo podrían frenar inversiones a mediano plazo.

En México, los marcos regulatorios y laborales aún representan desafíos para las adquisiciones, sobre todo para inversionistas extranjeros. Pese a ello, analistas coinciden en que el balance sigue siendo positivo.

De acuerdo al Consejo Mexicano de Inversión y Finanzas, estamos viendo una ola de capital que busca operaciones rentables con capacidad exportadora. El modelo de adquisiciones es ideal para aprovechar la relocalización industrial.

En síntesis, el emprendimiento vía adquisiciones se consolida como una estrategia binacional: en Texas, el auge de los servicios al sector energético ofrece retornos atractivos y escala operativa; en México, la expansión industrial abre espacio para nuevos jugadores que aporten tecnología y capital.

La frontera ya no divide, sino que complementa dos ecosistemas que, integrados, ofrecen una combinación dinámica para quienes deciden emprender comprando empresas establecidas.

El autor es profesor de EGADE Business School y autor del libro: Financiando el Futuro. Es Socio de Ascendis Capital, Visiting Entrepreneur en IESE Business School en Nueva York y mentor en Harvard Innovation Labs en Boston.

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