Las recientes redadas del Instituto Nacional de Migración (INM) en Monterrey han generado reacciones de organizaciones civiles y de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL), que han manifestado preocupación por las implicaciones sociales y humanitarias de estas acciones.
Arturo Rodríguez, director de la asociación civil Nuevo Corazón, consideró que los operativos forman parte de una presión del gobierno de Estados Unidos hacia México para contener el flujo de migrantes irregulares.
“No lo van a reconocer, pero hay presión del Departamento de Estado para limitar el paso y estancia de migrantes. Antes cruzaban cien, ahora no llegan ni a cinco”, señaló.
Rodríguez explicó que la migración extranjera en Monterrey ha disminuido cerca de 90 por ciento y que la mayoría de las personas atendidas por su organización ahora son nacionales.
Añadió que muchos migrantes extranjeros han desistido de llegar a la frontera norte y otros han optado por regresar a sus lugares de origen ante las mayores restricciones para cruzar a Estados Unidos.
Por su parte, la presidenta de la CEDHNL, Susana Méndez Arellano, subrayó que, aunque el INM y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados son instancias federales, el organismo estatal mantiene un monitoreo constante de las condiciones de los migrantes en la entidad.
“En caso de detectar alguna vulneración de derechos, se notifica de inmediato a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos”, afirmó.
Méndez Arellano detalló que personal de la Comisión realiza visitas semanales a la estación migratoria del INM y ofrece atención jurídica a través de módulos ubicados en Monterrey y Apodaca, con el objetivo de garantizar la protección de los derechos humanos de las personas en contexto de movilidad.
En los últimos días, el INM ha realizado diversos operativos en coordinación con la Policíade Monterrey para localizar a personas extranjeras sin documentación migratoria. En estos, se ha asegurado a migrantes de Honduras, Haití, Cuba y Guatemala, principalmente en zonas comerciales y avenidas del área metropolitana.
Las autoridades informaron que los migrantes son trasladados a las instalaciones del INM en Guadalupe para verificar su situación legal y, en su caso, proceder con los procesos de repatriación.
Mientras tanto, los albergues de apoyo a migrantes reportan una caída considerable en la llegada de extranjeros. Casas como Monarca, Casanicolás e INDI operan actualmente con menos de la mitad de su capacidad, lo que confirma una reducción sostenida en el flujo migratorio en la entidad.




