Monterrey

Miguel Moreno Tripp: Futuros del maíz

De acuerdo con el CFA Institute, los commodities (materias primas) “son productos físicos. Los rendimientos de las inversiones en materias primas se basan en los cambios en el precio y no en un flujo de ingresos como intereses, dividendos o rentas […] el tener las materias primas (es decir, los productos físicos) se incurre en gastos de transporte y almacenamiento […] la mayoría de los inversionistas no negocian las materias primas físicas reales, sino que negocian sus derivados.”

El Chicago Board of Trade fundado en 1848 (México apenas tenía 38 años de haber iniciado su independencia). Está integrado por cuatro bolsas de derivados y commodities (CME, CBOT, NYMEX y COMEX) que ofrecen derivados sobre el ganado, tipos de cambio, acciones, CLIMA, Criptomonedas, bienes inmobiliarios, tasas de interés, fertilizantes, oro, aluminio, metales ferrosos, chatarra, energía (que incluye petróleo y electricidad), emisiones contaminantes, biogasolinas, petroquímicos, AGUA, la TIIE de fondeo de México y 33 tipos de derivados sobre el maíz. De hecho, ya Platón mencionaba futuros sobre el aceite de oliva y había futuros en Japón desde el siglo XVI.

En apoyo a la divulgación técnica, una página (futuresfundamentals.org) explica los Derivados agrícolas: entre la granja y la mesa. Precisamente hacen esta pregunta: “¿sabías que son los productos agrícolas son sobre los que se establecieron los primeros derivados? Hoy en día, los mercados agrícolas son muy complejos. Involucran a agricultores, ganaderos, procesadores, distribuidores, empacadores, mayoristas y minoristas, todos trabajando para ayudar a asegurar precios justos y predecibles para los alimentos que compramos en la tienda”.

Ponen un ejemplo sobre un ganadero, pero cambiémoslo al maíz: “Digamos que un agricultor está preocupado por los precios más bajos en el momento en que su cosecha de maíz está lista para llevar al mercado. Él o ella utilizan el mercado de futuros para cubrir, o intentar minimizar, su riesgo del precio a recibir. Él o ella pueden calcular el precio en efectivo que necesitan para su cosecha de maíz y luego vender futuros sobre el maíz en la bolsa de futuros para fijar ese precio. Esto asegurará su rentabilidad, a pesar de cualquier disminución en el precio de mercado de su cosecha”.

“Al otro lado de la transacción están los comerciantes individuales e institucionales que están dispuestos a absorber el riesgo transferido por el agricultor. Invierten con la intención de obtener ganancias, comprando y vendiendo contratos de maíz”.

El agricultor fija su precio -asegura su precio- y es el inversionista que pudiera tener una ganancia, pero absorbería la pérdida en su caso.

En México hubo futuros sobre el maíz. Nos tenemos que remontar al Resumen y Análisis Operativo del Mercado Mexicano de Derivados a Diciembre de 2013 para ver que el Máximo volumen registrado fue en octubre de 2022 y de únicamente 4 contratotes operados. Hasta ahí llegaron los derivados sobre el maíz en México.

El mundo avanza, pero las prioridades en México son políticas, ideológicas y de conveniencia de grupos. (¿Será que mejor nos dediquemos todos a protestar, estirar la mano y hacer plantones? Les ha ido muy bien a quienes se dedican a esas actividades).

Ps. Si un particular osa dañar un bien patrimonio del estado o de la nación, no se escapa de la cárcel o reparación del daño. Acá vemos como les valió (eso que está pensando) y, por lucirse, dañaron el pluvial que sirven para que las aguas negras no se vayan al rio a cielo abierto. Todo sea para la foto. Lo más increíble es que haya gentes que se dejen influenciar por la ineptitud y otras “virtudes”. El nivel está paupérrimo.

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