Si bien cada vez más se genera electricidad renovable, miles de megavatios verdes se pierden porque la red carece de la infraestructura de almacenamiento necesaria para respaldarlos, y eso limita la competitividad del sector industrial al restringir el acceso a energía más económica.
Daniel Cabello, director de Greening Investments México, dijo que además de dicha situación, se frenan los avances en materia de sustentabilidad al desaprovechar recursos que podrían acelerar la transición energética.
Indicó que de acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), en 2024, México alcanzó 11.99 GW de capacidad solar instalada al generar 27.55 TWh, equivalente al 7.6 por ciento de la producción nacional, y a ello se suma la eólica, con un aporte del 11.4 por ciento del total.
Cabello señaló que el problema es que la infraestructura eléctrica instalada no es capaz de integrar toda esta electricidad en tiempo real, por lo que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) desconecta plantas renovables.
“Ese fenómeno es conocido como curtailment, que ocurre cuando la generación eléctrica supera la capacidad de transmisión o la demanda y, por motivos de seguridad, se apagan turbinas eólicas o paneles solares que podrían seguir produciendo”, explicó.
Para el directivo esta situación evidencia la necesidad de que las empresas en México integren tecnologías eficientes que garanticen la disponibilidad y aprovechamiento de energía eléctrica renovable.
Refirió que los sistemas de almacenamiento con baterías BESS (Battery Energy Storage Systems) se perfilan como la herramienta capaz de destrabar este cambio al permitir que cada kWh renovable sea aprovechado, que la red eléctrica se fortalezca y que los costos para la industria disminuyan.
“El crecimiento de la demanda eléctrica no es un problema en sí, sino una oportunidad para que México convierta sus recursos renovables en la base de un sistema más eficiente, limpio y competitivo, y un almacenamiento de energía eficaz debe ser el escudo que necesita la red eléctrica mexicana ante la creciente electrificación”, mencionó el directivo.
Dijo que según el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen), se proyecta que para 2036 será necesario disponer de al menos 4.5 GW de BESS para evitar pérdidas significativas y distorsiones en la red.
En este punto, Cabello señaló que México ya ha comenzado a reconocer la urgencia del almacenamiento de energía limpia, y en este 2025 entró en vigor un mandato que obliga a que los nuevos proyectos renovables incluyan al menos 30 por ciento de capacidad de almacenamiento con tres horas de autonomía.
La Sener estima que esta política impulsará la instalación de 8 mil 412 MW de baterías entre 2024 y 2038, agregó.
“Esta política coloca a México entre los países con regulaciones más avanzadas de América Latina en materia de respaldo tecnológico para energías limpias. Para inversionistas y empresas significa certeza regulatoria y un marco favorable para desarrollar proyectos de gran escala”, enfatizó.




