Monterrey

Eduardo Saucedo: Inseguridad, el freno oculto a la competitividad de las exportaciones mexicanas

En la actualidad, México es el principal socio comercial de Estados Unidos. Desde 2019 superó a China, que hoy ocupa la segunda posición, a pesar de los aranceles impuestos por el presidente Trump a ese país desde el inicio de su segundo mandato.

En el caso de México, Estados Unidos ha anunciado la aplicación de aranceles del 25% a una amplia gama de productos que no cumplan con lo establecido en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Ante esta medida, el gobierno mexicano ha optado por una postura cautelosa para evitar un mayor impacto en la competitividad nacional. Sin embargo, hasta ahora no se ha delineado una política interna sólida que permita mitigar los efectos de estos aranceles ni fortalecer la capacidad del país para mantener su posición en el mercado norteamericano.

A continuación, se presentan algunas estadísticas sobre robos a camiones de carga en distintos estados del país con alta vocación exportadora.

El propósito es evidenciar que la inseguridad representa una de las principales amenazas para la competitividad del comercio exterior mexicano.

Este fenómeno pone de manifiesto la necesidad urgente de diseñar y ejecutar una política interna que refuerce la seguridad logística y, con ello, la confianza de los inversionistas y socios comerciales internacionales.

De acuerdo con datos del Transborder Freight Annual Report, alrededor del 75% de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos se transportan por carretera. Adicionalmente, cifras del Bureau of Transportation Statistics (BTS) señalan que, cada mes, más de 600,000 camiones cruzan la frontera norte a través de los distintos puntos de conexión entre ambos países.

El BTS reporta la existencia de 20 cruces fronterizos habilitados para el tránsito de carga mexicana con destino a Estados Unidos: la mitad se localiza en Texas, tres en California, cinco en Arizona y dos en Nuevo México.

Esta intensa dinámica logística resalta la importancia estratégica del transporte terrestre en la relación comercial bilateral y, al mismo tiempo, la necesidad de fortalecer la infraestructura y la seguridad en las rutas de exportación.

De acuerdo con datos del BTS, aproximadamente el 69% de los camiones que transportan mercancías de México a Estados Unidos cruza por los puntos fronterizos ubicados en Texas, lo que confirma el papel estratégico de este estado en el comercio bilateral.

En particular, el cruce por Laredo, Texas, concentra aproximadamente el 38% del total de los movimientos de carga, consolidándose como el más transitado de toda la frontera.

Le siguen El Paso, con alrededor del 11%, e Hidalgo, con un 10%, lo que refleja una fuerte concentración del comercio terrestre en estos corredores logísticos clave para las exportaciones mexicanas.

Los cruces fronterizos de Laredo e Hidalgo, ubicados a poca distancia entre sí, concentran casi el 50% del total de camiones que cruzan de México a Estados Unidos.

Surge entonces una pregunta clave: si existen alrededor de veinte cruces fronterizos, ¿por qué sólo estos dos concentran la mitad del tráfico comercial? La explicación radica en su las ventajas de su ubicación geográfica, ya que ambos puntos son los más cercanos a las regiones donde se concentra la mayor parte de la actividad manufacturera y exportadora del país, particularmente en los estados del norte y el bajío.

Esta cercanía reduce costos logísticos, tiempos de traslado y riesgos, convirtiéndolos en corredores estratégicos del comercio bilateral.

Los cruces fronterizos de Laredo e Hidalgo son especialmente atractivos para los estados del norte del país, como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.

Asimismo, estos puntos de cruce también son atractivos para las exportaciones provenientes de la región del Bajío, de los estados del centro del país y de las provenientes de entidades del sur como Michoacán, Oaxaca y Chiapas.

Según datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, el 93% de todos los robos a camiones en el país ocurre en los estados mencionados anteriormente.

El foco de riesgo es evidente: los robos a transportistas en el país se concentran principalmente en las carreteras por las que circula el mayor número de camiones que utilizan los cruces fronterizos de Laredo e Hidalgo, en Texas, para exportar mercancías a Estados Unidos.

En este contexto, las empresas del norte, Bajío, centro y sur del país que utilizan las carreteras que conducen a los cruces de Laredo e Hidalgo, en Texas, enfrentan una alta probabilidad de robo a sus camiones.

Estos incidentes pueden considerarse un tipo de “impuesto indirecto” que las empresas deben asumir, lo que incrementa sus costos de producción y reduce la competitividad de las exportaciones mexicanas.

Si bien el presidente Trump, mediante la imposición de aranceles, puede hacer que los productos mexicanos resulten menos atractivos para Estados Unidos, corresponde a México desarrollar políticas internas que fortalezcan la competitividad de sus empresas.

Hasta ahora, no hemos visto la implementación de estrategias efectivas, en materia de seguridad, que permitan al país mejorar su competitividad en este entorno de incertidumbre.

El autor es Director y Profesor del Departamento de Finanzas y Economía de Negocios de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.

Contacto: eduardo.saucedo@tec.mx

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