Desde el norte del país, Monterrey se posiciona como epicentro de la transformación digital en México, gigantes industriales como CEMEX, Nemak y FEMSA encabezan la adopción de inteligencia artificial (IA), una tecnología que ya está moviendo la aguja en manufactura, finanzas y retail a nivel nacional.
De acuerdo con la consultora Grand View Research, el mercado de IA en México alcanzará los 65 mil 400 millones de dólares hacia 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta de 33.8 por ciento entre 2025 y 2030.
En manufactura y materiales, CEMEX destaca como pionera en el uso de IA para optimizar ventanas de envío, reducir tiempos muertos y garantizar entregas más precisas.
El uso de analítica avanzada permite a la cementera regiomontana ajustar la producción y distribución en tiempo real, lo que se traduce en mayor eficiencia y sostenibilidad.
“La IA en México dejó de ser mera vanidad; ya vive pegada a los sistemas que operan el negocio. Esto no se gana con trucos, se gana con datos confiables, seguridad y equipos que saben ejecutarla en procesos reales”, explicó Alejandro Zubiria, experto en transformación digital y asesor de compañías tecnológicas.
Zubiria agregó que las organizaciones que logran convertir sus proyectos en resultados tangibles son aquellas que definen objetivos claros desde el inicio.
“La ventaja está en la velocidad para convertir casos en resultados medibles”, destacó Zubiria.
“Las compañías que van adelante ya montaron una oficina de IA con objetivos claros, un listado de casos priorizados y estándares de seguridad.”
Otras compañías nacionales han comenzado a replicar este modelo de eficiencia.
En la banca, BBVA México y Banorte (con fuerte presencia en Nuevo León) redujeron tiempos de atención gracias a asistentes digitales que automatizan gestiones básicas y liberan a los equipos humanos para tareas de mayor complejidad.
En el sector retail, OXXO, filial de FEMSA, ha implementado IA para mejorar la precisión en reabastecimientos y disponibilidad de productos, mientras que Walmart de México y Centroamérica optimiza rutas logísticas y predicción de demanda.
Para Monterrey, esta transformación no solo representa una oportunidad tecnológica, sino también un paso más hacia consolidarse como capital industrial y tecnológica de México.