La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha puesto sobre la mesa una nueva estrategia para atender la creciente demanda energética de los parques industriales en México: los llamados “Paquetes CFE”.
Expertos del sector consideran a esta herramienta como un paso pragmático para destrabar proyectos y reducir la incertidumbre que enfrentan los inversionistas.
“Los Paquetes CFE son una propuesta de la Comisión Federal de Electricidad para ofrecer a parques industriales un esquema “llave en mano” que integra generación (modular e híbrida con renovables y almacenamiento), conexión a la red, obras internas, estudios, licencias y hasta operación y mantenimiento”, explicó Luis J. Ramón, director general de Diram, firma especializa en eficiencia energética.
Detalló que, “en pocas palabras, este esquema intenta simplificar trámites y acelerar la disponibilidad de energía eléctrica para nuevos proyectos, aunque no sustituye la necesidad de mayor inversión en transmisión.
“Su mayor valor está en la reducción de la incertidumbre. Hoy, muchos proyectos industriales se topan con procesos dispersos, trámites que tardan años y una red saturada que impide crecer.
“Los paquetes centralizan estudios, licencias, construcción y hasta operación, dándole al inversionista un interlocutor claro. Esto no reemplaza la necesidad de reglas transparentes ni de un mercado competitivo, pero sí acota el riesgo de quedar atrapado en la parálisis administrativa. En términos jurídicos, un contrato con CFE otorga una contraparte reconocida y bancarizable, lo que abre la puerta al financiamiento de proyectos”.
Ramón dijo que para resolver de fondo los problemas actuales del sector eléctrico en México se requiere de: una Certeza regulatoria real, con reglas claras y un “piso parejo” para todos los jugadores y de una Capacidad de red, porque hoy los márgenes están al límite y cualquier proyecto adicional se convierte en un cuello de botella.
Destacó que también se requiere de Eficiencia en trámites, evitando duplicidad y retrasos entre dependencias.
“Los “Paquetes CFE” ayudan en la Eficiencia en trámites al agilizar procesos y coordinar actores, pero no sustituyen la necesidad de invertir en transmisión, modernizar reglas del mercado ni garantizar competencia abierta”, explicó.
Indicó que, aunque NL cuenta con más generación que su consumo local, enfrenta dos limitantes clave: primero, la red eléctrica no es lo suficientemente robusta para ofrecer mayor capacidad a la nueva industria; y segundo, al tratarse de un sistema interconectado, no toda la energía generada aquí se queda en el estado, lo que reduce la disponibilidad efectiva para sus propios parques industriales.
Al cuestionarle de qué tamaño es la ayuda que esta iniciativa puede representar para los parques industriales, señaló que, “el impacto depende de cada caso, pero los ejemplos presentados muestran demandas de 12 a 48 MW por parque, con tiempos de ejecución de 2 a 2.5 años para generación y conexión.
“Esto es significativo: permite que parques en regiones críticas cuenten con capacidad eléctrica confiable en horizontes relativamente cortos. En monto, hablar de decenas a cientos de millones de dólares por proyecto no es exagerado, considerando generación modular, infraestructura de red y obras complementarias. Para un país que busca aprovechar el nearshoring, se trata de una ayuda tangible, aunque parcial”, explicó.
Reconoció que, de manera pragmática, los Paquetes de la CFE no son una solución definitiva, “pero sí una alternativa viable en el corto plazo. Lo ideal sigue siendo tener reglas claras y competencia abierta, pero mientras tanto son “una opción más” que permite avanzar y no quedar paralizados esperando a que llegue el marco perfecto.
En síntesis, dijo, no es la solución ideal, pero sí un avance que abre espacio a la acción inmediata.
“Este es un paso optimista porque el gobierno admite de manera explícita que existe un problema de suministro eléctrico y de saturación de la red, algo que en la administración pasada ni siquiera se aceptaba, y al mismo tiempo asume que requiere del sector privado para afrontarlo.
“Aunque imperfecta, esta alternativa es mejor que lo que había antes, ya que en lugar de esperar indefinidamente a que se liberen reformas o infraestructura, se ofrece una vía concreta para desatorar proyectos y dar certidumbre a los inversionistas”, señaló Ramón.