Monterrey

Rolando Noriega: El Sindicato como Socio Estratégico: clave para la productividad y la estabilidad laboral

En un entorno económico cada vez más competitivo, las empresas que reconocen al sindicato como un aliado estratégico logran construir relaciones laborales sólidas, mejorar la productividad y fortalecer su reputación en la región.

Orígenes del Sindicalismo en México. El sindicalismo en México tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando los trabajadores comenzaron a organizarse en mutualidades y cooperativas para enfrentar las condiciones laborales precarias derivadas de la industrialización. Durante el Porfiriato, surgieron los primeros movimientos obreros, como la huelga de Cananea en 1906 y la lucha de los obreros textiles de Puebla en 1907.

Con la Revolución Mexicana, los sindicatos adquirieron mayor relevancia política y social, y sus demandas fueron incorporadas en la Constitución de 1917, especialmente en el artículo 123, que consagró derechos laborales fundamentales como la jornada de 8 horas, el salario mínimo y el derecho de huelga.

Reforma Laboral de 2019: Cambios Clave para los Sindicatos. La reforma laboral de 2019 en México marcó un hito en la democratización y transparencia del sindicalismo.

Entre los principales cambios destacan: Se estableció el voto personal, libre, directo y secreto para elegir dirigentes sindicales y aprobar contratos colectivos; Se creó el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, encargado de registrar sindicatos y verificar procesos democráticos.

También se eliminó gradualmente el sistema de Juntas de Conciliación y Arbitraje, dando paso a tribunales laborales dependientes del Poder Judicial; Se obligó a los sindicatos a rendir cuentas semestrales sobre el uso de sus recursos y patrimonio; Se promovió la participación equitativa de mujeres en las directivas sindicales y Se fortaleció la negociación colectiva auténtica, eliminando prácticas de simulación y contratos de protección.

Estos cambios buscan garantizar la representatividad real de los sindicatos, mejorar la justicia laboral y fomentar un entorno de trabajo más democrático y equitativo.

El Sindicato como Socio Estratégico. En el contexto actual de transformación industrial y reorganización del trabajo, el papel del sindicato ha evolucionado significativamente. Lejos de ser un actor confrontativo, hoy se posiciona como un socio estratégico que puede contribuir de manera decisiva al éxito de las organizaciones.

En estados como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, donde la industria manufacturera, automotriz y de servicios sigue siendo un motor clave de desarrollo, la colaboración entre empresa y sindicato se vuelve esencial. Esta alianza permite anticipar conflictos, mejorar las condiciones laborales y elevar los niveles de compromiso del personal.

Un ejemplo claro de esta sinergia se observa cuando el sindicato participa activamente en mesas de diálogo, en la revisión de tabuladores salariales, en la homologación de beneficios entre plantas, o en la implementación de programas de capacitación. Estas acciones no solo fortalecen la equidad interna, sino que también generan un ambiente de confianza que impacta directamente en la productividad.

Además, en tiempos de incertidumbre económica o cambios regulatorios, contar con un sindicato que entiende los retos del negocio y actúa con responsabilidad social es una ventaja competitiva. La comunicación transparente, el respeto mutuo y la corresponsabilidad son pilares de esta nueva relación laboral.

Por ello, es momento de dejar atrás viejos paradigmas. Las empresas que integran al sindicato en su estrategia de desarrollo organizacional no solo cumplen con la ley, sino que construyen una cultura laboral más sólida, resiliente y orientada al futuro.

El autor es director del Comité Laboral de Index Nuevo León.

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