Monterrey

Hugo René Ortiz: IEPS, Impuesto Extra Por Ser humano

Comer, beber o divertirse… todo causa IEPS.

Cuando era niño, cada vez que me enfermaba, mi mamá me daba un jarabe que sabía a rayos. Decía que lo amargo curaba más rápido. Hoy, cada vez que cargo gasolina, me echo una chela o me refresco con esas bebidas que traen más azúcar que buenas intenciones, siento que el SAT me está dando su propio jarabe: el IEPS.

Y no es por el sabor, sino por ese piquetito en el bolsillo que uno ya reconoce: un impuesto que no siempre se ve, pero siempre se siente.

Porque, aunque le digan “especial”, lo cierto es que el IEPS es como el recargo por antojo: lo paga cuando fuma, bebe, azucarea su día o llena el tanque de gasolina… pero también en cosas que ni sabía que eran ‘malas’ para el SAT.

Sí, es un impuesto que nació con el discurso principal de “desincentivar los vicios” encareciéndolos. Pero con el tiempo, se fue extendiendo como rumor de vecindad: de los cigarros al tequila, de la gasolina al internet… y lo que falta.

¿Pero qué es exactamente el IEPS?

Es un impuesto indirecto, como el IVA, pero con objetivos distintos. Se cobra adicional al precio del producto y normalmente viene escondido en el precio final. Lo curioso es que no aplica para todo, solo los productos “elegidos”: esos que según la autoridad, enferman, contaminan, envician o, al menos, dejan buena lana.

Veamos algunos ejemplos. Cada que usted compra:

  • Gasolina o diésel → claro que sí.
  • Bebidas alcohólicas → también.
  • Cigarros o tabaco → desde luego.
  • Refrescos, bebidas energéticas y con azúcar añadida → por supuesto.
  • Servicios de apuestas → como la pirinola “todos ganan”.
  • Plaguicidas, combustibles fósiles y hasta comida “chatarra” en ciertos casos → sí, también causan IEPS.

¿Pensaba que ahí acababa la lista? No se confíe: siempre encuentran un antojo más que cobrar.

Agárrese porque la receta para 2026 viene con nuevos ingredientes para este jarabe amargo llamado IEPS.

Uno de ellos: los videojuegos con contenido “violento”, que pagarán una tasa del 8%. ¿Qué se entiende por contenido “violento”? Juegos no aptos para menores de 18 años. Ejemplo: Call of Duty®: Warzone. ¿Le suena? Es ese que su hijo juega a escondidas.

Otro cambio: actualmente solo cigarros, puros y tabacos labrados pagan IEPS por contener nicotina. A partir de 2026 también aplicará a “otros productos que contengan nicotina” como las bolsas con nicotina. Solo quedarán exentos los medicamentos usados en terapias para dejar de fumar.

Ojo con las bebidas saborizadas. Si antes se gravaban las que tenían azúcar, ahora también las que traen edulcorantes. Esas que traen dulce de utilería: sin calorías, sin culpa… y sin misericordia fiscal.

Otros productos tendrán un incremento considerable en las tasas. Por ejemplo:

  • Los puros pasarán de una tasa del 160% al 200%.
  • Los juegos con apuestas y sorteos brincarán del 30% al 50%.

El IEPS está en todas partes. Es como el cilantro en los tacos: aunque no lo pida, ahí va. Y con los cambios que se prevén, le alcanzará para menos tacos, pero eso sí, con harto cilantro (fiscal) encima.

En resumen, el IEPS se convirtió en ese invitado incómodo que aparece en todas las fiestas. Empezó castigando a los cigarros y al alcohol, pero ahora se mete hasta en los videojuegos, en las bebidas con “azúcar de utilería” y en cualquier cosa que huela a placer culposo o antojo fiscalmente incorrecto.

Quizás por eso lo más sensato es aceptarlo como parte del menú de la vida moderna: un condimento que no pidió, pero que ya viene incluido en cada antojo, cada entretenimiento y cada paseo al súper. Y si algo queda claro para 2026 es que ese sabor amargo no se irá. Al contrario, cada año parece ganar más protagonismo en la receta. Y ese jarabe, aunque cambie de botella, siempre sabe igual.

O como decía mi mamá cada vez que me hacía tomar el jarabe sin chistar: “ni modo, te lo tomas porque te lo tomas”.

Historias de impuestos bien contadas.

Contacto: huorsa@ortizgarza.com.mx

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