Monterrey

Fidel Ibarra: ¿Es la lealtad un valor en extinción?

Mi padre nació en 1921, en General Cepeda, Coahuila, justo cuando la Revolución Mexicana recién había concluido. Falleció hace 14 años, y durante su vida laboró durante 40 años como obrero en una misma empresa; eso le bastó para sacar adelante a una familia de 7 miembros

Inicié mi trayectoria profesional en el año de 1986. En aquel entonces la lealtad tenía un significado de permanencia. Normalmente se organizaban eventos de lealtad en las compañías.

Hoy en día, algunas organizaciones llevan a cabo estos eventos y es algo que genera un sentido de pertenencia.

Sin embargo, veo que las situaciones se van adaptando a un entorno diferente. La flexibilidad, catapultada con la pandemia, nos ha traído lecciones invaluables y condiciones del juego laboral diferentes.

No me agrada generalizar en el tema generacional. Sin duda alguna, el contexto, las herramientas, las expectativas se van modificando; pero el principal detonante lo conforma lo que cada uno va pretendiendo de la vida y de su vida.

Hoy por hoy, hablar de lealtad y tipificarla como un mero acto de permanencia se queda corto. La lealtad hoy tiene muchos significados, y pudiera ser que para ti lealtad signifique una cosa y para mi otra.

Me parece que la permanencia per se, no necesariamente significa lealtad, a veces significa falta de opciones, he visto en mi vida laboral casos de gente que se queda porque no tiene a dónde más ir.

Tendremos, por tanto, que entender bajo nuestro actual entorno, que la lealtad significa mucho más, y que no siempre el que se va es desleal. A veces la ausencia es la más pura demostración de lealtad.

Podríamos encontrar muchas conductas y significados de la lealtad, te invito a irlas descubriendo. Te comparto algunos ejemplos: Entregar el 100% en lo que realices; Honrar los acuerdos; Tener sanas intenciones; Ser agradecido; Colaborar de manera positiva; Quejarse menos y proponer más; Rendir cuentas; Cuidar los recursos a tu disposición; Ayudar cuando sea necesario; Si decides irte, ser transparente en el proceso y hacerlo de forma adecuada

Claro que es importante celebrar la permanencia. Pero no podemos caer en la trampa de descalificar a quien sólo tiene 2 años en la organización y decide irse y etiquetarlo como alguien que no tuvo lealtad. Hoy tenemos un gran reto de asumir una postura diferente cuando queremos cumplir con objetivos de retención en las organizaciones.

En mi muy humilde punto de vista, el indicador de retención debe ser una consecuencia de todo lo que pasa en nuestras organizaciones.

En resumen, me parece por demás interesante dejarte pensando en este tema, y que podamos ir contagiando a nuestros colegas acerca de no forzar la lealtad y encasillarse en la permanencia. Escuchar y aprender más de quienes vienen empujando su carrera en las organizaciones.

Aceptar que las reglas del juego no son las mismas que hace 40 años, que todo evoluciona y que el aferrarnos al pasado, nos destina a estar fuera del juego. Te deseo siempre el mayor de los éxitos.

El autor es Director de Cultura y Talento en Banregio, un apasionado del desarrollo y el bienestar del talento de las organizaciones. Ha contribuido durante 39 años en el liderazgo de áreas en RH. Es Licenciado en Administración de Empresas con Maestría en Desarrollo de Capital Humano por la Universidad Regiomontana. Actualmente Asociado de ERIAC Capital Humano.

Correo: contacto@eriac.com.mx

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