Llegar al centenario, con poco más de 26 años de autonomía, no ha sido nada fácil. Para ver lo que se tuvo que atravesar en detalle, le recomiendo tres fuentes de información. Una es en la misma página de Banco de México: Conociendo Banxico / Historia. Hay un video muy recomendable: Banco de México: El camino de la autonomía. Además, está la serie México Siglo XX de Enrique Krauze: Banco de México, Las Finanzas de la Nación. Ambos me parece que se complementan muy bien. Ya sea la página, o los videos, deberían de ser de lectura obligatoria (o vista obligaria) para todos los mexicanos.
Sin pretender ser un exhaustivo recuento de los hitos en la historia de Banxico, veamos algunos datos. Para ver el antecedente más remoto hay que remontarse hasta 1822, cuando Agustín de Iturbide quería crear un banco que pudiera emitir billetes y que hubiera sido el “Gran Banco del Imperio Mexicano”.
Para 1884 se pudo haber creado un banco central, pero se consideraba que estaba bien que hubiera más bancos emisores de billete. Así es tampoco prospero la idea. En la Constitución de 1917 se incluye en el Art. 28 el que el único facultado sería un Banco Único de Emisión. Se atravesó la Revolución hasta que prácticamente hizo quebrar al sistema bancario, Huerta. Para 1920 la Liga de Las Naciones acordó que todos los países deberían tener un banco central.
Finalmente, el 1 de septiembre de 1925, con ahorros provenientes del gasto militar, se fundó el Banco de México. En esta primera época atendía al público en general efectivamente compitiendo con la banca comercial. Esto duró hasta 1932.
Para 1936, ya se tenía conciencia del mal que causa la inflación y se restringió el financiamiento al gobierno mediante una reforma, misma que se modifica en 1941 naciendo una nueva ley orgánica.
El mecanismo que mejor funcionó para política monetaria fue el encaje legal, sin embargo, se llegó a niveles de casi 50%: demasiado.
Como no había control de cambios y cierta libre flotación, llegaron a México capitales que serían conocidos como golondrinos. El historiador Turrent, lo describe como “el síndrome de Midas”, mucho dinero, pero no había que comprar por la misma guerra. México firmo en 1944 el tratado de Bretton Woods.
Hay un antes y un después de 1952, cuando se nombra a Don Rodrigo Gómez, nacido en Linares. La presa de La Boca en realidad es Presa Rodrigo Gómez.
En una mancuerna que seguramente envidiaron muchos países, con Antonio Ortiz Mena en la Secretaría de Hacienda, se logró la época del Desarrollo Estabilizador: crecimientos del 6% anual, sin endeudamiento ni exportaciones. Desafortunadamente, se acabó en 1970.
El gran endeudamiento causado por el populismo de la época, así como la corrupción que se desató por “administrar la riqueza” causo estragos en la economía. Un banco central no puede solo contra el mundo. Un acierto fue el comienzo de la emisión de CETES para 1978.
La década de los 80’s fue muy difícil, máxime que la inflación se convirtió en un problema mayúsculo. Otro antes y después es la autonomía concedida en 1993 pero establecida en 1994. El error de diciembre de 1994, en el que se iba a depreciar la moneda un 15% pero se anunció, causo el efecto tequila que reverberó en el mundo.
A partir de entonces, se ha logrado, de forma razonable, el cumplimiento del objetivo primordial: el control de la inflación. Contrastando con otros países que atacan a sus bancos centrales, hay que felicitarnos por contar con un banco central autónomo y responsable.