Hace unos días el INEGI dio a conocer las cifras actualizadas del crecimiento de la economía mexicana en el segundo trimestre del 2025, y con ello también durante el primer semestre del año.
Recordemos que en el primer trimestre del 2025 el Producto Interno Bruto de México creció, en términos anuales y reales, un 0.6 por ciento respecto al mismo trimestre del 2024; ahora, en el segundo trimestre del año la economía de México creció 1.2 por ciento.
Todo parece indicar que la economía muestra una recuperación en este segundo trimestre, a pesar de todos los pronósticos negativos derivados del posible impacto de los aranceles de los Estados Unidos, o al menos de la amenaza de los mismos.
En términos anuales para el primer semestre del año, la economía del país creció 0.9 por ciento respecto al primer semestre del 2024.
Tomando en cuenta que en todo el 2024 la economía creció 1.20, y considerando el crecimiento que llevamos en la primera mitad de este 2025, es altamente posible que al final de este año, tengamos un crecimiento inferior al del año pasado. Es decir, tendríamos un crecimiento del PIB menor al 1.0 por ciento para todo el 2025.
Los sectores económicos, de manera agregada, tuvieron resultados mixtos. El sector primario creció 2.60 por ciento, pero el sector secundario tuvo una caída del 0.30 por ciento, y el sector terciario creció 1.80 por ciento.
Lo interesante es tratar de entender lo que sucede hacia dentro de cada sector, pues el crecimiento del 2.60 por ciento en el sector primario no tiene el mismo efecto que la contracción del 0.30 por ciento en el sector secundario, esto por el tamaño económico que significa cada sector.
El sector primario contribuye a penas con el 3 por ciento del valor total del PIB en nuestro país, mientras que el sector secundario contribuye con el 31 por ciento y el terciario con el 60 por ciento, el resto son impuestos. Para entender el impacto relativo que tiene cada sector en la economía, imaginemos que todos los sectores crecen un 10 por ciento parejo. Esto quiere decir que el sector primario aportaría 0.3 unidades adicionales al PIB, el sector secundario aportaría 3.1 unidades, y el terciario aportaría la mayor parte con 6 unidades.
De tal manera que un crecimiento en el sector primario del 2.6 por ciento, si bien, es importante, el impacto relativo que tiene en la economía en su conjunto es bajo. Por el contrario, una contracción del 0.3 por ciento en el sector secundario tiene un impacto negativo mayor, aunque en nuestro caso para este segundo trimestre del año, el crecimiento del sector terciario contribuyó para balancear esta pérdida en el sector secundario.
Los sectores económicos que más aportan a la economía nacional están relacionados con aquellas actividades que, contratan o concentran una mayor proporción de la población empleada y que contribuyen en gran medida con sueldos y productividad.
En este sentido, el sector terciario, que concentra el comercio (tanto al mayoreo como al menudeo) y los servicios profesionales, es el sector que más aportación relativa tiene a la economía de nuestro país.
En segundo lugar, está el sector secundario, que incluye la minería, la industria manufacturera y la industria de la construcción, pero en especial el sector manufacturero tiene la característica de concentrar la mayoría de nuestras exportaciones.
Por ello, el sector manufacturero en México es de vital importancia como motor de nuestra economía. En este segundo trimestre la industria manufacturera tuvo un ligero incremento del 1.1 por ciento, y la industria de la construcción no tuvo crecimiento alguno.
Dentro del sector terciario que representa el 60 por ciento del PIB en México, el comercio al por mayor representa el 9.1 por ciento del PIB y el comercio al por menor representa el 10.3 por ciento; entre ambos suman casi el 20 por ciento del PIB del país.
Aunque el comercio al por menor tuvo un crecimiento en este segundo trimestre del 5.3 por ciento en términos anuales y reales; es preocupante que el comercio al por mayor haya caído un 5.1 por ciento respecto al segundo trimestre del 2024.
Esto quiere decir, que las compras al mayoreo se están reduciendo, lo que implica es que los grandes almacenes están estimando que no tendrán el mismo ritmo de ventas en los siguientes meses, por lo que no les conviene hacerse de inventarios.
Es decir, si la expectativa actual es que las familias compren menos en los siguientes meses, los almacenes no quieren quedarse con producto sin vender, por lo que reducen sus inventarios y con ello sus compras a sus proveedores. Esto, en pocas palabras quiere decir, que se espera una mayor desaceleración en el consumo en los siguientes meses y con ello, podríamos esperar una desaceleración en el resto de la economía del país.
Hasta ahora, la amenaza de los aranceles a todos los productos mexicanos y los aranceles actuales a los productos fuera del tratado comercial con Estados Unidos no han tenido un impacto mayor, porque creo que las empresas en los Estados Unidos que importan productos mexicanos se están haciendo de inventario antes de que inicien los aranceles generalizados, por ello las exportaciones mexicanas siguen avanzando, un 10% en el mes de junio en términos anuales.
Pero es poco probable que esta tendencia se mantenga para los siguientes meses del año.