En un contexto donde se proyectan más de 155 mil fracturas de cadera anuales para 2050 y con la mayoría de los casos atendidos por instituciones públicas de salud en el norte y centro del país, la farmacéutica mexicana Liomont presentó una nueva terapia para el manejo del dolor postquirúrgico ortopédico.
El norte de México comprende NL, Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua.
“El dolor no debe ser una condena inevitable tras una cirugía, y mucho menos convertirse en un obstáculo permanente para la calidad de vida”, señaló Mario Sánchez, director comercial de Liomont.
El incremento de cirugías de columna, rodilla y cadera derivado del envejecimiento poblacional y la prevalencia de enfermedades osteomusculares ha puesto en el centro de la atención médica el reto del dolor agudo tras una intervención. De no tratarse de manera adecuada en los primeros días, este puede derivar en un padecimiento crónico con repercusiones físicas, emocionales y económicas para el paciente.
La compañía, con más de 80 años de experiencia en la industria farmacéutica, desarrolló el tratamiento para el dolor agudo de moderado a severo en escenarios postquirúrgicos ortopédicos.
Entre sus principales ventajas, destaca que comienza a actuar a los 24 minutos de su administración y mantiene su efecto desde la primera dosis, sin necesidad de analgésicos de rescate ni los efectos secundarios más comunes de los tratamientos tradicionales, como somnolencia o mareos.
El avance se sustenta en una tecnología de liberación dual y en mecanismos multimodales de acción, lo que permite un protocolo de atención más accesible y enfocado en reducir el dolor, al mismo tiempo que contribuye a una recuperación más rápida, menor estancia hospitalaria y reducción de costos.
“Con esta nueva terapia, buscamos no solo aliviar el dolor, sino contribuir activamente a la recuperación integral de los pacientes”, subrayó Sánchez.