Los problemas de abasto de gasolina y electricidad en México responden a una combinación de factores estructurales y coyunturales como la falta de almacenamiento, sobrerregulación del sector y dependencia del gas importado, dijo César Cadena, presidente del Clúster Energético de Nuevo León (NL).
Sobre la reciente intermitencia del suministro de combustibles, explicó que “no se trata solo de la demanda, sino de un efecto acumulado por la salida del mercado del huachicol, que llegó a surtir hasta un 30 por ciento del consumo”.
Ejemplificó que, “si yo llego a una gasolinera y no hay gasolina, para mí hay escasez. Y si en la segunda tampoco, ya estoy en pánico, ese mismo pánico del consumidor genera mayor escasez”.
Recientemente, dijo, Pemex dejó de pagar a los arrendadores de pipas, frenando la distribución en varios puntos de venta en el país.
“La medicina correcta es simple: que Pemex pague. Los transportistas ya hicieron la inversión; lo único que piden es recibir su dinero para seguir trabajando”, apuntó.
También cuestionó las propuestas oficiales de usar pipas grandes para el combate al huachicol y repartir combustible en ciudades como Monterrey, ya que estas unidades no pueden operar en calles urbanas.
En el sector gasolinero, Cadena reconoció la existencia de prácticas de corrupción y sobrerregulación.
“Algunos funcionarios de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) han pedido “colaboraciones” de hasta 20 mil pesos a gasolineros para agilizar permisos, generando tortuguismo y un círculo vicioso de trámites y pagos indebidos”, indicó.
Respecto al sistema eléctrico, dijo que, si bien las autoridades aseguran quehay un margen de reserva del 12 por ciento, los apagones recientes en NL reflejan lo contrario. “Si hay apagón, es porque no hay suficiente electricidad. La razón es lo de menos; la realidad es que alguien miente”, dijo Cadena.