En un mercado dominado por las grandes cadenas estadounidenses como Little Caesars, Pizza Hut y Domino’s, la pizzería regia Josephino’s superó el medio siglo de operaciones.
“Yo siempre había buscado emprender algo, pero no encontraba el qué… un buen día estábamos en Huinalá y veníamos hacia Monterrey y me dice mi mujer, se me antoja una pizza. ¿Qué te parece si vamos con mi cuñado Eliazar?”, relató Humberto Treviño, fundador de Josephino’s, en entrevista con Fernando Lozano Presenta.
Mi cuñado Eliazar tenía un negocio en Zaragoza (en la Macroplaza), donde nosotros iniciamos y todavía estamos, llegamos a comprar la pizza, había mucha gente… salió la pizza, nos vamos y en la puerta le digo a mi mujer, quiero comprarle el negocio a Eliazar”.
La transacción se concretó, le dio nueva imagen y en 1974 nació la empresa.
“Cerramos, remodelamos y abrimos con el nombre de Josephino’s”.
Abrir la segunda sucursal no fue fácil: pasaron cuatro años y medio antes de inaugurarla en Mitras, y al principio batalló para despegar.
Sin embargo, la receta de éxito —basada en calidad, precios accesibles y administración de costos— dio frutos.
RETOS CONTINUOS
En su punto más alto, Josephino’s tuvo 16 sucursales y hasta tres en la misma zona, pero actualmente cuenta con 10 locales y 400 empleados (aunque en su mejor momento fueron 700). El volumen de producción es impresionante: 10 toneladas de queso al mes, lo que equivale a unas 2 mil 220 pizzas diarias.
Entrar a cualquiera de sus locales es viajar a los años 90: decoración, sabor y hasta videoclips musicales de la época.
La marca ha sobrevivido a crisis económicas, remodelaciones como la de la Macroplaza en los 80 y la feroz competencia extranjera.
Además de la pizza, Treviño ha incursionado en el espectáculo, trayendo a Monterrey producciones como Slava’s Snowshow y, en su momento, incluso intentando traer a Michael Jackson.
A pesar de todo, la historia sigue escribiéndose: Josephino’s planea abrir una nueva sucursal en 2025, reafirmando que el sabor regio todavía tiene mucho que dar.