Monterrey

Nuria Rojas: El precio del estatus, la nueva lógica del consumo

Cómo las redes sociales se han convertido en las propulsoras del consumismo

Mucho se ha hablado ya sobre obsolescencia programada y baja calidad de algunos productos para alimentar al sistema capitalista; sin embargo, existen también esfuerzos por crearnos esta constante necesidad de consumir. Basta con deslizar nuestro dedo y encontrar cada día con comerciales más orgánicos para crear necesidades.

Es cada día más evidente que las redes sociales se utilizan para demostrar estatus; perfiles e historias buscan transmitir eso que valoramos y de lo cual estamos orgullosos. Y es que pasaron de permitirnos conectar con personas y crear comunidades, a mostrar un sinfín de realidades distintas a la nuestra, incitándonos al consumo y demostración de poder por nuestra posición social.

Plagadas de blogs, videos y carretes que muestran el “día a día” de personas que apenas despiertan, realizan una rutina de interminables pasos de cuidado para la piel y el cabello, seguido por la construcción de ese outfit aesthetic para asistir al restaurante más exclusivo o las incontables vacaciones a destinos paradisiacos, las redes sociales se han convertido en anuncios que consumimos de forma inconsciente.

En su libro Al borde de un ataque de compras, Brenda Chávez expone que no adquirimos cosas por necesidad, sino porque son baratas, por ocio o falta de tiempo, para suplir insatisfacciones, crear estatus, satisfacer el deseo de pertenencia o porque creemos que refuerzan o comunican nuestras virtudes.

La categoría más popular de compras en línea durante el Hot Sale en México durante 2025 fue moda con un 28 por ciento de los consumidores, además de que fuimos el país número uno en descargas de la aplicación de Shein durante 2024. Estos dos datos nos permiten reflexionar sobre nuestro consumo en la industria textil, la segunda con mayor consumo de agua a nivel mundial y responsable de aproximadamente del 10 por ciento de las emisiones de carbono.

Existen estadísticas que indican que no utilizamos el 60 por ciento de lo que almacenamos en nuestros armarios y sorprendentemente cuando tenemos algún evento o salida, sentimos que nunca tenemos nada que ponernos. La invitación en este sentido es a reflexionar previo a la compra, la verdadera necesidad de contar con ese nuevo producto, pensando en la versatilidad para utilizarlo en múltiples ocasiones y tomando en cuenta la calidad para su permanencia en el largo plazo.

Es justamente ahí donde se abre un espacio para reflexionar sobre el motivo de una compra antes de concretarla. Sin embargo, las empresas también están preparadas para ese momento: nos invitan a comprar con tal facilidad y rapidez que eliminan casi por completo cualquier barrera para la reflexión. De hecho, estas estrategias resultan tan efectivas que, tan solo en Amazon, las entregas rápidas —es decir, aquellas en las que los productos llegan el mismo día o al siguiente— mostraron un crecimiento interanual del 30 % en el segundo reporte trimestral de 2025.

En una encuesta realizada durante marzo de 2025 sobre las actividades y hobbies predilectos entre los mexicanos, un 39% de mexicanos mencionó viajar, superado únicamente por leer (42%) y cocinar (41%). Ir de compras ocupó la séptima posición con un 35 %, mientras que cenar fuera se ubicó en la novena, con un 32 % (la encuesta permitía respuestas múltiples). Aquí es en donde yo me cuestiono si viajar e ir de compras se podrían considerar hobbies.

En este sentido, otra de las empresas que publicó su reporte para el segundo trimestre y que va de la mano con la demostración de experiencias y estilos de vida es Disney, la cual presentó un crecimiento del 13% en este periodo en los ingresos de la división de parques temáticos; cabe destacar que las divisiones vinculadas a productos tangibles, como los parques y los artículos promocionales, son las que han mostrado el mayor crecimiento.

Me gustaría cerrar invitando a una reflexión en nuestros hábitos de consumo, debemos ser conscientes de las personas a las que seguimos y las realidades que enfrentan, probablemente sean muy distintas a las nuestras. Prioriza aquellas actividades que realmente te proporcionen seguridad y satisfacción personal, al final del día no podemos vivir para cumplir con las expectativas de los demás.

La autora es Profesora e Investigadora del Departamento de Contabilidad y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey. Adscrita al Centro de Investigación FAIR Center for Financial Access, Inclusion and Research del Tecnológico de Monterrey y coautora del libro Cultura Financiera: Mi dinero, mi futuro.

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