Monterrey

Marco Pérez: 38% de los trabajadores en México, reportan ingresos de hasta un mínimo

La ENOE revela que solo 2.7% de la PEA está desempleada, pero la precariedad laboral domina el mercado

Si bien la tasa de desempleo abierto es el indicador más difundido y utilizado en los medios para evaluar la evolución del empleo en el País, ese indicador no es precisamente el más apropiado para estos propósitos, ya que las personas que buscan trabajo, mientras lo consiguen, se ven en la necesidad de auto emplearse en algo, para conseguir algún ingreso que les permita satisfacer sus necesidades más básicas y apremiantes, como puede ser limpiar parabrisas y vidrios de automóviles en las principales avenidas, o vender algo en las calles, razón por la cual, NO se les registra como “desempleados” en la encuesta de ocupación y empleo que levanta el INEGI.

De hecho, para que la encuesta registre a la persona entrevistada como desocupado o desempleado, NO debe haber trabajado ni una sola hora en la semana de referencia, por lo que para el pasado mes de Junio de este año, se reportó una tasa de desempleo abierto de solo 2.7% de la Población Económicamente Activa (PEA), que representan una población de 1.7 millones de personas sin empleo alguno, ni auto empleo.

Solo el 12% de los desocupados, no tenía estudios o solo habían estudiado hasta la secundaria, mientras que el 88% restante contaban con estudios superiores a la secundaria.

Sin embargo, la propia Encuesta Nacional sobre Ocupación y Empleo (ENOE) que levanta mensualmente el INEGI, sí detecta cuando la persona encuestada, a pesar de tener un empleo o ser auto empleado, mantiene una búsqueda activa por un mejor trabajo, y a esas personas las incluye en la tasa de ocupación parcial y desocupación, la cual engloba, además de los desocupados, a toda persona que no trabaja tiempo completo y que busca ofertar una mayor cantidad de tiempo de trabajo en su ocupación actual, o que mantiene la búsqueda de un empleo adicional, o de un mejor empleo.

Esa tasa se ubicó en 9.0 por ciento para el mes de Junio de este año, porcentaje que equivale a unos 5.6 millones de trabajadores que actualmente buscan un empleo o un mejor empleo, y no solo los 1.7 millones de personas desocupadas, indicador más representativo de quienes buscan trabajo.

Finalmente, el INEGI también reporta la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación (TCCO) en base al salario reportado por los entrevistados, y esa tasa la establecen en 32.7%, sin embargo, analizando las cifras absolutas que presentan en los cuadros que se incluyen en su reporte, se desprende que el 38.2% de la PEA reporta ingresos mensuales de hasta un salario mínimo.

Sin embargo, para calcular estos porcentajes, se toma el total de la población económicamente activa, de 60.2 millones de personas al mes de Junio de este año, pero de ese total, 10.9 millones no informaron de sus ingresos percibidos, por lo que los cálculos deben realizarse sobre el total de trabajadores que SÍ reportaron ingresos, que suman 49.3 millones de personas.

Por otro lado, hay 3 millones de trabajadores que no reportaron ingresos, esos generalmente son trabajadores familiares, y se deben sumar a los trabajadores que reportan ingresos de hasta un mínimo, elevando ese total a 26.1 millones de trabajadores, ahora sí, el porcentaje de trabajadores ganando hasta un salario mínimo, dentro del total que declararon y obtuvieron ingresos, la proporción sube al 52.9% de la PEA.

Ahora, si a ese indicador le agregamos a los trabajadores que ganan hasta DOS salarios mínimos, lo que resulta es que el 89.3% del total de trabajadores devenga ingresos mensuales de hasta dos salarios mínimos, cifra por demás elocuente que pinta de cuerpo entero la realidad económica de los trabajadores en nuestro País.

Piensa Usted, amable lector, que ese casi 90% de trabajadores en nuestro País, tienen capacidad contributiva para pagar realmente un impuesto sobre la renta?

Es por eso que cuando se elaboran indicadores del pago de impuestos como proporción del PIB, las conclusiones son irrelevantes, porque no consideran el verdadero universo de quienes sí pagan impuestos, que en el caso de México es una muy pequeña proporción de su población económicamente activa.

Otra conclusión, es que ante esa contundente realidad económica de los trabajadores en nuestro País, las prebendas y los apoyos asistenciales que distribuye el Ejecutivo Federal, son un excelente lubricante electoral que los puede hacer conservar el poder por un buen número de años.

Quien hambre tiene, da todo a cambio de un plato de lentejas.

Marco Pérez

Marco Pérez

Economista especialista en finanzas públicas, Socio Director de Econometría Aplicada SC, Conferencista y Catedrático a nivel doctorado.

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