Monterrey

Laura De Rosa: Si eres empresario en México, la nueva tregua entre EU y China te puede interesar

Una jugada silenciosa, pero de alto impacto, ocurrió en la semana del 10 al 19 de julio de 2025: la Casa Blanca confirmó la extensión por 90 días adicionales de la tregua arancelaria entre Estados Unidos y China, una pausa que congela temporalmente nuevos impuestos a productos estratégicos, especialmente del sector tecnológico, electrónico e industrial.

La administración Trump busca renegociar en mejores términos las condiciones de competencia y seguridad nacional, sin interrumpir del todo el flujo de componentes que aún son críticos para su industria.

Para muchos, este anuncio pasó inadvertido. Para otros, especialmente para quienes tienen empresas en México, debería encender alertas… y abrir oportunidades.

Desde hace más de dos años, el proceso de nearshoring ha colocado a México —y en particular a regiones industriales como Nuevo León— en el radar de la relocalización manufacturera global.

Empresas que antes producían en China comenzaron a mover operaciones hacia países aliados, confiables y cercanos al mercado estadounidense. Con infraestructura robusta, talento técnico y acuerdos comerciales vigentes, México entró con fuerza en ese juego.

Pero esta tregua añade un nuevo matiz: si EEUU mantiene temporalmente el flujo de productos tecnológicos chinos, pero sigue limitando otras importaciones o condicionando nuevas inversiones, muchas empresas podrían buscar intermediarios confiables para manufactura, ensamblaje y distribución. ¿Y quién está mejor posicionado que México, con frontera directa, costos competitivos y acceso preferencial al mercado estadounidense?

Aquí es donde entra Nuevo León con ventaja.

Monterrey y su zona metropolitana han demostrado capacidad para recibir inversión, acelerar procesos y ofrecer estabilidad jurídica. San Pedro Garza García se ha convertido en un nodo de servicios financieros, tecnológicos y ejecutivos de alto nivel que dan soporte a esta transformación industrial.

La tregua no es un retroceso: es una pausa estratégica que puede beneficiar a México si se entiende bien el momento. Esperar que las tensiones escalen para atraer inversiones es un error. Esperar que todo mejore también es un error:

El objetivo debe ser consolidar a México —desde ahora— como una pieza estable y funcional del rompecabezas geoeconómico entre EEUU y Asia.

No se trata solo de atraer fábricas. Se trata de construir una arquitectura regional de innovación, que aproveche el momento, eleve el perfil tecnológico de nuestras exportaciones y convierta a Nuevo León en un punto de referencia global. No por la coyuntura, sino por estrategia.

Si, las decisiones que se están tomando hoy entre Washington y Pekín parecen lejanas, pero en realidad tienen impacto directo en los parques industriales de Apodaca, los centros de distribución en Escobedo o los hubs tecnológicos en San Pedro Garza García.

Y si algo define la geopolítica actual, es que no se trata de elegir bando, sino de leer bien las ventanas de oportunidad para actuar con visión de futuro, y en ese sentido entonces, si los gigantes bajan la guardia, aunque sea por un momento, los países intermedios con estrategia clara pueden subir de nivel, (tenlo Claro, Mexico).

La autora es internacionalista, escritora, conferencista y consultora para empresarios e inversionistas en análisis de data y gestión de riesgos geopolíticos. También es especialista en consultoría política y gestión de gobierno. Básicamente explica el mundo para quienes toman decisiones.

Síguela en redes sociales: @LauraDeRosaMart.

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