Nuevo León se ha posicionado como el motor de crecimiento económico del país, aprovechando la cercanía a los Estados Unidos, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TMEC) y mano de obra calificada abundante. Si bien, las empresas multinacionales son las que más se han beneficiado de la apertura comercial que se dio desde la década de los 90s, muchas Pymes no han tenido ese mismo éxito.
Según la Secretaría de Economía de Nuevo León, el 95 por ciento de las unidades económicas en el estado son Pymes y generan el 52 por ciento del empleo total. Son fundamentales para el dinamismo de la economía estatal, pero enfrentan un problema que provoca que muchas de ellas desaparezcan a temprana edad, la falta de liquidez para escalar sus operaciones y competir en las cadenas de valor globales.
El Factoraje Fintech (FF) surge como modelo disruptivo para proveer de liquidez a las Pymes. El FF monetiza las facturas por cobrar expeditamente, otorgando liquidez inmediata a la tesorería optimizando su flujo de caja y habilitando su crecimiento estratégico.
El FF integra a la inteligencia artificial y Big Data, para evaluar riesgos crediticios en tiempo real, ofreciendo tasas competitivas, contrastando con la lentitud y rigidez del sistema financiero tradicional.
Según la Asociación Mexicana de Factoraje Financiero y Actividades Similares (AMEFAC), el mercado de factoraje creció en 22 por ciento en México en 2024, donde las FF captaron el 35 por ciento del mercado.
La poca penetración del crédito al sector está mitigando el crecimiento de las Pymes. Según la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN) en 2024, reveló que menos del 50 por ciento de las empresas solicitaron un crédito en ese año.
Los principales motivos citados fueron las altas tasas de interés y procesos complejos. En Nuevo León, estas limitaciones son muy pronunciadas en regiones rurales dada la escasa infraestructura digital y baja alfabetización tecnológica y financiera.
Para desbloquear el potencial del estado el gobierno local debe incentivar y promover el FF en sectores estratégicos como el manufacturero. Campañas de educación financiera sobre los beneficios del FF serían benéficos para el ecosistema Pyme.
Adicionalmente, una regulación más laxa podría detonar el mercado del factoraje catalizando nuevas startups Fintech, fortaleciendo el emprendimiento y potenciando la inversión.
El nearshoring ha posicionado a Nuevo León como el motor económico del país, sin embargo, los beneficios no han permeado a todos los agentes económicos como las Pymes.
El Factoraje Fintech es un motor de transformación operativa y financiera. Con políticas audaces, el estado puede consolidar un ecosistema donde las Pymes escalen, innoven y compitan en el mercado global cada vez más exigente.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA, CEO de Miri Capital LLC e investigador no residente de Baker Institute en la Universidad de Rice. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.