Durante el primer semestre de 2025, la producción de vivienda en Nuevo León registró una caída de 16.13 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de ocho mil 762 a siete mil 348 unidades registradas en el Registro Único de Vivienda (RUV).
Aunque la cifra representa una baja considerable, la entidad se mantuvo como líder nacional en número de viviendas construidas, por encima de Jalisco, que reportó seis mil 613 unidades, y Quintana Roo, con tres mil 971.
Los datos reflejan una tendencia decreciente sostenida desde el año 2021. En ese periodo, se produjeron 15 mil 202 viviendas durante el primer semestre. Un año después, la cifra bajó a 11 mil 230, en 2023 fue de diez mil 232, en 2024 descendió a ocho mil 762, y finalmente, en 2025, se ubicó en siete mil 348. Esto representa una reducción acumulada del 51.65 por ciento en apenas cuatro años.
En contraste, a nivel nacional, la producción de vivienda ha mostrado una ligera recuperación. Durante el primer semestre de 2025 se registraron 62 mil 070 unidades, frente a las 60 mil 451 del mismo periodo en 2024, lo que implica un crecimiento de 2.67 por ciento.
Sin embargo, del primer semestre del 2021 al primer semestre del 2025, la producción de vivienda a nivel nacional pasó de 84 mil a 62 mil viviendas.
Pese al retroceso, Nuevo León (NL) destacó por el tipo de vivienda construida. El 100 por ciento de las unidades edificadas en este periodo corresponde al segmento tradicional, vivienda horizontal de dos o más recámaras, con superficies construidas promedio de entre 60 y 80 metros cuadrados, y un valor superior a un millón 203 mil pesos.
De acuerdo con el experto inmobiliario Guillermo Godínez, fundador y director de Godo Comunica, la reducción en la producción de vivienda en NL responde a factores tanto federales como locales.
Godínez explica que uno de los principales detonantes fue la eliminación del subsidio federal al Infonavit, medida que restringió significativamente el acceso a viviendas de interés social.
“Ya no se diga a pie de casa, sino a una casa completa como las que daba el Infonavit, eso golpeó mucho”, afirmó.
Sin embargo, el especialista destaca que el mayor obstáculo es la falta de permisos de factibilidad. “Aunque hubiera subsidio, no hay dónde edificar”, subrayó, señalando que problemas de agua, electricidad y regulación en los municipios del área metropolitana de Monterrey han frenado nuevos desarrollos.
Agregó que la escasez de tierra urbanizada con servicios básicos, agua, luz, drenaje, gas y pavimentación, ha desincentivado la construcción de vivienda de interés social, principal generadora de estadísticas en el sector. “No están las condiciones óptimas para desarrollar vivienda social. La media y residencial no hacen huella en las cifras”, añadió.