El Trastorno por Déficit de Atención (TDA) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son condiciones neurobiológicas que afectan la capacidad de concentración, el autocontrol, la organización y en muchos casos, el comportamiento impulsivo. Aunque históricamente se han asociado con la infancia, hoy se reconoce que entre el 30 y el 60% de los casos persisten en la adultez de acuerdo con el consenso de la Federación Mundial de TDAH, impactando diversos ámbitos, incluido el laboral.
En entornos de Industria, donde la seguridad, el seguimiento de procedimientos y la atención constante a riesgos operativos son fundamentales, el reconocimiento del TDA/TDAH en trabajadores representa un reto, pero también una gran oportunidad para la prevención de accidentes y la inclusión laboral efectiva.
Diagnóstico tardío y subestimación en adultos
Muchos adultos llegan a la vida laboral sin un diagnóstico formal de TDA o TDAH. Esto puede deberse a la falta de evaluación clínica en etapas tempranas o al hecho de que algunos síntomas se enmascaran bajo etiquetas erróneas como “desorganización”, “irresponsabilidad” o “falta de interés”.
Esta condición no necesariamente implica una discapacidad laboral. De hecho, muchos trabajadores con TDAH destacan por su pensamiento creativo, rapidez para resolver problemas y energía sostenida. Sin embargo, cuando no se identifican ni se brindan apoyos adecuados, pueden generarse errores, omisiones o distracciones que, en un entorno industrial, incrementan el riesgo de accidentes y fallas operativas.
Importancia de los exámenes médicos de ingreso a la industria
La Norma Oficial Mexicana NOM-030-STPS-2009 establece la obligación de realizar exámenes médicos de ingreso, periódicos y especiales para prevenir riesgos a la salud de los trabajadores. Sin embargo, estos exámenes se centran habitualmente en aspectos físicos (capacidad visual, auditiva, osteomuscular, etc.), dejando de lado las condiciones neurocognitivas y de salud mental.Incluir una evaluación básica de funciones cognitivas, historial clínico y signos de inatención o impulsividad en los exámenes de ingreso podría ser clave para:
- Detectar de manera temprana posibles casos de TDA/TDAH no diagnosticados.
- Generar planes de apoyo, seguimiento o canalización médica.
- Asignar tareas acordes a las habilidades del trabajador.
- Prevenir accidentes laborales vinculados a distracción o impulsividad.
- Fortalecer la cultura de salud mental en la empresa.
Diversos estudios, como el de Barkley y Murphy (2010), señalan en el libro: Adultos con TDAH: Lo que dice la ciencia que adultos con TDAH, tienen una mayor probabilidad de rotación laboral, ausentismo y conflictos interpersonales en el trabajo si no reciben tratamiento o ajustes razonables.
Estrategias para la inclusión y seguridad laboral
Reconocer el TDA y TDAH no es sinónimo de exclusión. Al contrario, permite implementar estrategias de apoyo razonables que benefician tanto al trabajador como a la empresa. Algunas de estas incluyen:
- Capacitación al personal de salud ocupacional sobre síntomas y diagnóstico.
- Revisión de tareas críticas para evaluar si requieren atención sostenida o control de impulsos.
- Uso de ayudas visuales, alarmas, listas de verificación o recordatorios.
- Flexibilidad en la organización de tareas complejas (segmentarlas en partes más pequeñas).
- Entrenamiento en técnicas de autorregulación y gestión del tiempo.
- Acompañamiento médico, psicológico o psiquiátrico en caso de diagnóstico confirmado.
TDA/TDAH y Seguridad Industrial: una relación que merece atención
En sectores de alto riesgo como manufactura, construcción, transporte o manejo de sustancias químicas el desempeño seguro depende en gran medida de la atención, la capacidad de seguir instrucciones y la toma de decisiones conscientes. Ignorar condiciones como el TDA o TDAH puede derivar en errores que comprometan no solo la seguridad del trabajador, sino la de sus compañeros y el entorno operativo.
Por ello, el reconocimiento formal de estas condiciones en el ámbito laboral no debe verse como una debilidad, sino como una herramienta de prevención proactiva, alineada con los principios de los Programas de Seguridad y Salud en el Trabajo.
La inclusión de personas con TDA y TDAH en el mundo laboral no es solo una cuestión de equidad; es también una medida inteligente en términos de productividad, prevención de riesgos y bienestar organizacional. Aprovechar los exámenes médicos ocupacionales de ingreso para detectar señales tempranas, ofrecer acompañamiento profesional y promover entornos de trabajo comprensivos son pasos clave hacia una cultura laboral más segura, humana y eficiente.
El autor es Director del Comité de EHS de Index Nuevo León.