Reconocemos las contundentes acciones para combatir el mercado ilícito de combustibles, y la intervención del SAT federal como el de Nuevo León para rastrear todo el recorrido que toma el huachicol, lo que se conoce como trazabilidad.
La trazabilidad en los combustibles se refiere a la capacidad de seguir y registrar el recorrido de un combustible a través de toda su cadena de suministro, desde su origen (refinería o importación) hasta su venta final al consumidor, pasando por procesos como transporte, almacenamiento y distribución.
Este proceso permite conocer la historia del combustible, asegurando su calidad, legalidad y transparencia en el mercado, lo que sin duda reforzará la estrategia para atacar este ilícito desde quien los distribuye como el usuario final, algo necesario para erradicar esta problemática.
Expertos coinciden en que un sistema robusto de trazabilidad minimiza el riesgo de adulteraciones y garantiza que los usuarios reciban un combustible confiable, que no afecte sus vehículos ni el medio ambiente.
Y que, por el contrario, la ausencia de una supervisión desde el origen facilita actividades ilícitas como el robo y la distribución clandestina de combustibles, lo que representa un serio problema para la industria y el Gobierno, como lo estamos viendo en los grandes decomisos que están efectuando las diferentes autoridades.
La trazabilidad no solo protege al consumidor, sino que también fomenta un mercado más justo y sostenible.
Aplaudimos las acciones federales y estatales en Nuevo León para seguir combatiendo el mercado ilícito de combustibles, y continuar con la trazabilidad para garantizar una industria energética más confiable y eficiente en beneficio de todos.
El autor es Presidente del Clúster Energético de Nuevo León.