Monterrey

Carlos Peña: ¿Y quién sigue? El FinCEN y la purga silenciosa del sistema financiero

El reciente señalamiento del FinCEN a tres instituciones financieras mexicanas ha sacudido al sistema bancario nacional. No se trata solo de una sanción técnica o diplomática; es una advertencia clara sobre las debilidades estructurales en materia de prevención de lavado de dinero (PLD) y la fragilidad de los mecanismos de control.

Las entidades fueron inhabilitadas para operar en dólares en el sistema estadounidense, una medida que no solo afecta sus flujos financieros, sino que compromete la confianza en el conjunto del sistema mexicano. ¿Cómo fue posible que se omitieran controles tan básicos como la debida diligencia en la apertura de cuentas, la identificación de clientes de riesgo, y la emisión de reportes de operaciones inusuales, relevantes o preocupantes?

La respuesta apunta hacia una cultura de cumplimiento superficial, donde los controles internos se aplican de manera formal, pero no sustantiva. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), responsable de supervisar a estas instituciones, enfrenta también un cuestionamiento profundo: sus auditorías, revisiones y mecanismos de seguimiento han resultado insuficientes frente a los estándares internacionales.

Más preocupante aún es el posible involucramiento de ejecutivos, altos mandos bancarios y financieras en la autorización de operaciones sin sustento, priorizando metas comerciales por encima de la legalidad. Esto no solo representa un riesgo operativo, sino una vulnerabilidad sistémica.

Para estados como Nuevo León, con una economía fuertemente orientada al comercio exterior y a la inversión extranjera, estas sanciones generan un entorno de incertidumbre. La suspensión de operaciones en dólares afecta directamente a empresas locales, limita su capacidad de interactuar con proveedores internacionales y puede frenar flujos de inversión que requieren confianza en la solidez institucional del país.

Y la gran pregunta que se abre es inevitable: ¿habrá más señalamientos por parte del FinCEN? Si las prácticas deficientes son estructurales y no excepcionales, lo más probable es que sí. Lo ocurrido es solo el primer temblor. La verdadera crisis vendrá si el sistema no asume con seriedad la necesidad de reformas profundas, mayor vigilancia, y responsabilidades reales.

Carlos Peña

Carlos Peña

Maestría en Administración Financiera, Director General de OPEN, Asesor Financiero, Coach PNL y conferencista.

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