El pasador para el cabello (o incaíble), inventado en 1920; el seguro de gancho (o segurito), creado en 1849; y la pluma Bic, lanzada en 1950, son diseños simples y funcionales que, en 2025, permanecen prácticamente iguales.
Pero no todas las industrias pueden decir lo mismo. No porque hayan estado mal diseñadas o mal gestionadas, sino porque fueron superadas por mejores tecnologías.
Conforme pasa el tiempo, resulta cada vez más difícil que una tecnología —o incluso un conocimiento— perdure demasiado. En la década de los sesenta, las empresas cotizadas en el S&P 500 tenían, en Estados Unidos, una vida útil promedio de 60 años. Hoy, esa cifra ha caído por debajo de los 20. En México, la vida promedio de una empresa es de apenas 7.8 años.
Desde hace algunas semanas, hemos abordado en este espacio las dificultades que enfrentan los recién egresados para encontrar empleo. Una de las causas principales es la desaparición de los empleos de entrada, que ahora han sido absorbidos por la inteligencia artificial.
No obstante, poco se ha dicho sobre la desaparición de las propias empresas. Y esto es tan crítico como el hecho de que un recién egresado se quede sin empleo y, peor aún, sin competencias laborales vigentes.
El origen de todo esto no es solo una transición tecnológica. Es una evolución acelerada que nos está rebasando. Nos hemos enfocado, quizás con razón, en el impacto que esto tiene en las personas, pero no debemos perder de vista lo que está ocurriendo en el mundo empresarial bajo este mismo fenómeno: la inteligencia artificial.
Tal vez los ejemplos más emblemáticos de organizaciones que desaparecieron —Kodak, Nokia, Blockbuster— nos parezcan ya lejanos. Pero hoy podrían estar en riesgo compañías que consideramos permanentes y omnipresentes en nuestra vida diaria: Facebook, Twitter, Instagram… ¿o incluso la reina de las tecnológicas en términos de valuación de mercado? ¿Apple?
No deja de ser significativo que hace apenas unos días The Economist lanzara la alerta: ¿Es Apple la siguiente Nokia? (Can Tim Cook stop Apple going the same way as Nokia?, 8 de junio de 2025).
De acuerdo con The Economist, hace apenas un año Apple presentó con gran alarde su estrategia de inteligencia artificial —Apple Intelligence—, generando un aumento récord en su valuación de mercado. Pero doce meses después, gran parte de ese entusiasmo se ha desvanecido.
La renovación de Siri fue pospuesta indefinidamente, y sus capacidades de IA no logran competir con las de Google o Meta. Mientras tanto, sus debilidades en China, la presión regulatoria sobre sus servicios más rentables y su lentitud para innovar la colocan en una posición vulnerable frente a sus competidores.
Más allá de las fallas tecnológicas, el verdadero dilema para Apple —señala The Economist— es si su CEO, Tim Cook, está dispuesto a romper el manual que tan buenos resultados le ha dado en el pasado, pero que hoy podría convertirse en su mayor limitante. De no hacerlo, la empresa de Steve Jobs podría terminar convertida en la nueva GE de Jack Welch.
Como podemos ver, la transformación tecnológica que vivimos hoy en día amenaza tanto a los individuos —sobre todo a los recién egresados— como a las empresas. Y esta vez, ni los más grandes parecen estar a salvo.
Si ni Apple no está a salvo, ¿quién lo está?
El autor es Doctor en Filosofía, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de Cátedra del ITESM.
Contacto: rogelio.segovia@thinktalent.mx