Monterrey

Miguel A. Gutiérrez: Fintech y digitalización de las finanzas, motores de la inclusión financiera en México

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera seis de cada 10 mexicanos poseen hoy una cuenta digital. 

En los últimos años, el sistema financiero mexicano ha experimentado una transformación sin precedentes. La digitalización de operaciones financieras, así como el auge de las empresas Fintech han redefinido la vida diaria de millones de mexicanos, buscando con ello cerrar la histórica brecha de acceso a los servicios y productos financieros. Sin embargo, ¿estamos realmente en la antesala de una inclusión financiera total para este año?

El sector Fintech en México está transitando de una etapa de promesa a consolidarse como uno de los motores más dinámicos de la economía digital en Latinoamérica. Cifras de Galileo Financial Technologies (Galileo) revelan que en 2024 operaban en nuestro país más de 1,000 proveedores de esta industria -803 de ellos nacionales-, un ecosistema que diversifica la oferta y eleva la calidad de los servicios financieros disponibles.

Este crecimiento no se refleja únicamente en el número de competidores, sino en una madurez financiera que muestra que los ingresos del sector aumentaron un 31%, señal de una clara transición hacia la rentabilidad y la consolidación.

Esta confianza del mercado se materializó en la captación de 865 millones de pesos en capital de riesgo, lo que representó el 74% de toda la inversión de este tipo en México durante el año 2024. Dichos recursos han sido de vital importancia para incrementar las operaciones, innovar productos y servicios, así como para alcanzar segmentos de la población tradicionalmente excluidos por la banca tradicional.

Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, el uso de teléfonos inteligentes -está presente ya en el 83% de la población- se ha convertido en la principal puerta de acceso a plataformas y productos financieros digitales. Por tanto, la tecnología móvil es la piedra angular de esta revolución.

Este fenómeno es evidente en las cifras: seis de cada diez mexicanos poseen hoy una cuenta digital. De acuerdo con la ENIF 2024, el crecimiento ha sido especialmente acelerado entre los jóvenes de 18 a 29 años, segmento en el que el uso de servicios financieros digitales saltó del 69& en 2021 a un 87% en 2024.

Las transferencias, así como los pagos digitales realizados desde aplicaciones móviles han “derribado” muchas de las barreras tradicionales de acceso y uso del sistema financiero mexicano.

La ENIF 2024 indica que ocho de cada diez mexicanos tienen acceso a, por lo menos, un producto financiero (cuenta de nómina, ahorro, crédito, seguro o Afore), lo que supone un incremento de 8.7% respecto a 2021. El acceso a cuentas bancarias formales, impulsado por los programas sociales de la anterior y actual administración pública federal, así como la propia digitalización, ha crecido 13.9% desde 2021.

Los resultados generales en materia de inclusión son alentadores. Sin embargo, existen claroscuros ya que la inclusión financiera aún no es homogénea.

Las mujeres -especialmente las que viven en comunidades indígenas-, los jóvenes y la población en zonas rurales continúan enfrentando el mayor rezago. La brecha de acceso entre hombres y mujeres indígenas, por ejemplo, supera el 15%. Adicionalmente, en las áreas rurales, donde sólo el 72% posee un teléfono inteligente y menos de la mitad tiene acceso a internet, la promesa digital encuentra sus límites más evidentes.

Por otro lado, es importante reconocer que la inteligencia artificial (IA) se erige como un pilar fundamental del sector Fintech mexicano.

Al utilizarse para predecir el comportamiento del usuario, prevenir fraudes y personalizar servicios, esta tecnología se ha vuelto crucial para atender a segmentos con historiales crediticios limitados o nulos, acelerando así su inclusión.

Aunque el acceso a los servicios financieros ha mejorado drásticamente, la educación financiera tradicional y, sobre todo, la digital serán el eslabón que convertirá la oportunidad en una realidad sostenible.

La confianza y el uso efectivo de los servicios dependen de que los usuarios comprendan tanto los beneficios como los riesgos de las nuevas herramientas a su disposición.

A pesar de los esfuerzos del sector público, privado y de la industria Fintech por cerrar esta brecha de conocimiento, especialmente en comunidades vulnerables, mujeres y adultos mayores, sigue siendo la gran tarea pendiente para los años venideros.

La revolución Fintech y la digitalización de las operaciones financieras han cambiado radicalmente el rostro financiero de México. Las proyecciones de Galileo para año estiman que más del 70% de la población adulta tendrá acceso a servicios financieros formales, una cifra impensable hace una década.

Sin duda, la tecnología es clave para una inclusión más amplia y profunda. No obstante, alcanzar una total inclusión financiera requerirá un esfuerzo coordinado que transcienda la innovación de productos y servicios.

Es imperativo que la regulación gubernamental, la inversión privada focalizada y, sobre todo, la educación financiera de la población avance al mismo tiempo y en el mismo sentido.

El verdadero desafío no es sólo tecnológico, sino social: construir un ecosistema donde la innovación sirva como un puente y no como una nueva barrera, garantizando que nadie se quede fuera de esta revolución financiera.

El autor es profesor asociado del departamento de Contabilidad y Finanzas en el Campus Santa Fe y del Financial Access, Inclusion and Research Center de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.

Contacto: miguel.gutierrez@tec.mx

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