Las remesas son muy importantes para la economía mexicana, con un flujo de más de 65 mil millones de dólares en 2024, equivalente al 4% del PIB provenientes principalmente de los Estados Unidos.
Estos fondos sostienen a millones de familias que dependen de ellos para cubrir necesidades básicas, educación y atención médica. En este escenario, las finanzas digitales están transformando la forma en que se envían y reciben las remesas, haciéndolas más rápidas, económicas y accesibles, al tiempo que promueven la inclusión financiera en un país donde casi la mitad de la población permanece sin acceso a servicios bancarios.
Los métodos tradicionales de remesas, como transferencias en efectivo a través de bancos o servicios como Western Union, suelen ser costosos, con comisiones que pueden oscilar entre el 5% y el 10% por transacción, además de implicar tiempos de procesamiento prolongados.
Las plataformas de finanzas digitales están cambiando este panorama. Aplicaciones fintech como Remitly, Wise y la mexicana Bitso permiten a los usuarios enviar dinero de manera instantánea mediante smartphones, con costos significativamente menores.
Por ejemplo, Wise ofrece tarifas desde el 1%, mientras que soluciones basadas en blockchain, que utilizan criptomonedas como Bitcoin o stablecoins, eliminan intermediarios, reduciendo aún más los gastos. Esta eficiencia beneficia directamente a las familias, maximizando el valor de cada peso recibido.
Un impacto clave de las finanzas digitales es su contribución a la inclusión financiera, especialmente en áreas rurales donde el acceso a bancos es limitado.
Las billeteras digitales y las aplicaciones de banca móvil permiten a los beneficiarios recibir fondos sin necesidad de una cuenta bancaria tradicional. Plataformas como Mercado Pago integran las remesas con sistemas de pago permitiendo a los usuarios gastar los fondos inmediatamente en compras, facturas o servicios. Esto no solo empodera a las personas, sino que también dinamiza las economías locales al aumentar la circulación de dinero en comunidades marginadas.
Además, las finanzas digitales ofrecen mayor transparencia y seguridad. Los sistemas de seguimiento en tiempo real aseguran que tanto remitentes como beneficiarios puedan monitorear las transacciones, mientras que las tecnologías de encriptación reducen los riesgos de fraude.
Iniciativas gubernamentales como CoDi, un sistema de pagos digitales basado en códigos QR, refuerzan esta transformación al promover una economía más conectada.
Sin embargo, persisten desafíos. La falta de alfabetización digital, el acceso limitado a internet en zonas rurales y las amenazas de ciberseguridad son obstáculos significativos. Para superarlos, es crucial que empresas fintech, gobiernos y organizaciones inviertan en educación tecnológica, infraestructura digital. Asimismo, las regulaciones deben evolucionar para proteger a los usuarios sin frenar la innovación.
Las finanzas digitales están revolucionando las remesas en México al reducir costos, acelerar transferencias y ampliar el acceso.
A medida que la economía digital de México crece, estas innovaciones prometen no solo fortalecer el tejido económico, sino también mejorar la calidad de millones de familias, asegurando que cada remesa tenga un impacto más grande y duradero.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA, CEO de Miri Capital LLC e investigador no residente de Baker Institute en la Universidad de Rice. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.